Cuando escuchamos que Gazoo Racing tenía intenciones de crear un hot hatch light con el nombre Starlet, no esperábamos esto. Dígale hola al Toyota Starlet Cross y si le resulta familiar, es porque es idéntico al Urban Cruiser Taisor, que a su vez es un clon del Suzuki Fronx producido en la India. Modelo que deriva del Suzuki Baleno, el cual se le conoce como Toyota Glanza o Starlet en ciertos países.
¿Complicado? Bastante, pero es consecuencia de la globalización y de que Toyota sea dueña de una parte de Suzuki. No será la primera ni la última colaboración de ambas, pero es peculiar que el nombre Starlet termine involucrado en todo esto. No que haga mucha diferencia, tanto el Yaris como el Corolla recibieron el tratamiento Cross con bastante éxito.
Además, en Sudáfrica ese Toyota basado en el Suzuki Baleno se le conoce como Starlet. Así que era lógico añadir el apellido Cross a su versión, pues bien, cross.
Mecánica con el sello Suzuki
En términos mecánicos, la Toyota Starlet Cross utiliza el mismo motor de la Urban Cruiser Taisor y, por extensión, el mismo del Suzuki Fronx. Vaya sorpresa, ¿no? Esta unidad de 4 cilindros y 1,5 litros entrega 103 caballos de potencia y 138 Nm de par, que viajan a las ruedas delanteras cortesía de una transmisión manual de 5 marchas o automática de 4.
Curioso, ya que el Fronx/Urban Cruiser Taisor en India optan por un motor turbo, mientras que en otras partes del mundo esa unidad Suzuki es híbrida ligera. Casi parece como si el Starlet Cross tuviese más en común con el Jimny y Baleno que el Fronx, al menos mecánicamente.
Muy bien conocido por dentro y por fuera
Y en materia de diseño bueno, tampoco hay sorpresas. La silueta es la misma del Fronx, con pequeños cambios como los rines de 16”, la parrilla, luces LED diurnas y faros traseros. Francamente, lo más sorprendente es que Toyota decida usar el nombre Starlet Cross sólo en esta región, cuando Sudáfrica también recibe un Urban Cruiser basado en la Suzuki Grand Vitara.
En el interior es la misma historia: una pantalla de 7 o 9” con todas las amenidades en conectividad y equipamiento para su segmento y un head-up display. Fuera de dos o tres elementos de diseño y los logos de Toyota, este Starlet Cross no difiere demasiado del Suzuki Fronx que probamos hace un tiempo. Bueno, salvo por la ausencia de un sistema híbrido ligero o transmisión automática de 6 velocidades.
Una última sorpresa es su valor, que en una nación latinoamericana ubicaría cómodamente al Starlet Cross por debajo del Yaris Cross. No que Toyota tenga planes de importarlo a la región costaría el equivalente a 16 a 19.000 dólares (USD) según versión, unos 65 a 80 millones de pesos colombianos o unos 290 a 350.000 pesos mexicanos.
