Lo fantástico del mundo motor, es que cualquier vehículo sirve para correr en todo tipo de competencias. Si usted quiere ir con un Twingo o un viejo Daewoo a un evento de rally o Time Attack, bienvenido sea. Los resultados lo pueden sorprender. Tal es el caso del video de hoy en donde se enfrentan cara a cara un BMW M3 y una Vespa bien “envenenada”. Un enfrentamiento poco probable que casi parece una historia de David vs Goliat, pero no se confíe, porque esta batalla es más pareja de lo que usted se imagina.
Hora de poner sobre la mesa los datos técnicos. Por un lado, está el BMW M3 E92, el cual corresponde a una edición especial de 500 unidades y posee un V8 de 4L y 430 hp, así como algunas modificaciones. Estas incluyen un filtro de aire de alto flujo y un nuevo sistema de escape hecho a la medida. En la esquina opuesta está la Vespa, la cual también tiene extensas modificaciones. Como un motor de 150 cc, un embrague para competencias de piques y un nuevo carburador, para darle unos 43 hp. El dato interesante es la cifra de hp por kg, que en ambos vehículos es de 268 hp por 1000 kg. No parece parejo, pero lo es.
David de dos ruedas vs Goliat de cuatro
Luego de la explicación técnica vamos a la parte importante del video, el duelo entre el BMW M3 y la Vespa. Son dos rondas de “arrancones”: dos partiendo de ceros, y otras dos en movimiento. En las primeras, la Vespa parte como alma que lleva el diablo, registrando un impresionante 0-100 km/h en apenas 4.47 segundos. Eso es más rápido que muchos autos deportivos hoy en día. No obstante, el talón de Aquiles de la pequeña moto italiana es su transmisión, la cual no posee reglajes muy largos.
Casi al final del ¼ de milla, el BMW logra salvar su orgullo y cruza primero la línea. Pero no sin un valiente esfuerzo por parte de la Vespa. En una de las carreras el conductor del BMW comenta que el piloto de la moto “es un loco” y que “no sabe cómo sigue vivo”. En efecto, andar a más de 150 km/h en una diminuta Vespa no es para cualquiera, más con ruedas tan pequeñas y una fuga de aceite.
En la última tanda de carreras en movimiento, el BMW emerge como un ganador más claro. Aún así, la Vespa vuelve a dar pelea al inicio, pero esta vez no posee la ventaja de lanzamientos desde cero perfectos, gracias a su ligereza. Si bien el BMW se lleva el combate, la Vespa es como Rocky Balboa al final de la primera película. Pierde, pero se lleva la ovación. A veces, un vehículo ligero y discreto es capaz de ir de “tú a tú” con los gigantes. Algo así como un Lotus, pero esta vez con dos ruedas.