Sea que lo conoció por Gran Turismo, Rápido y Furioso o viendo videos de Hot Version en YouTube; el Nissan Skyline GT-R no necesita presentación. Parte de su encanto es que siempre fue una fruta prohibida: solo se comercializó oficialmente en Japón, Reino Unido y otros tres pequeños mercados. En el resto del mundo, incluyendo Estados Unidos y obviamente Colombia, nos tocaba contentarnos con verlo a distancia, babear y soñar. Hasta ahora. En Fuel tuvimos acceso exclusivo a este Skyline GT-R R34, único en Bogotá, y le tenemos todos los detalles.
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Ya habrá ocasión para hablar sobre la historia del Skyline y su importancia para la cultura automotriz, pero por ahora concentrémonos en este ejemplar especifico. Recién llegado a Bogotá, este Skyline GT-R R34 modelo 2002 es una de las 1.857 unidades edición V-Spec II que salieron de la planta de Musashi-Murayama. Como podrá ver, ha recibido varias modificaciones en su exterior, algo de esperarse en uno de los íconos del tuning a nivel mundial. Destacan los apliques en fibra de carbono y el borde rojo del splitter en el bómper delantero, así como sus exquisitos rines Advan Racing GT de 19 pulgadas. Las luces delanteras, traseras y los indicadores laterales también fueron cambiados para darle un aspecto más moderno.
El exterior también recibió retrovisores más aerodinámicos y soportes más altos para el alerón ajustable de doble elemento, ambas modificaciones también en fibra de carbono. Atrás hay otro detalle peculiar que es imposible pasar por alto: esa enorme puntera de escape de 3,5” de diámetro. No se trata de cualquier escape sino de nada menos que un sistema Nismo Weldina NE-1 en 3” que mejora todavía más la banda sonora y ayuda a que los turbos exhalen mejor. Esta sola modificación tiene un precio superior a los quince millones de pesos. Por lo demás, podemos afirmar que este GT-R R34 no tiene más modificaciones en el apartado mecánico. Sin embargo, tampoco es que le hagan falta…
Seis cilindros, dos turbos: una leyenda
Podrá tener ya tener sus buenos abriles, pero el motor RB26DETT todavía tiene suficiente potencia para pelear de tú a tú con deportivos contemporáneos. Equipado con dos turbos, veinticuatro válvulas y cuerpos de aceleración independientes, este seis cilindros en línea de 2.600 cc produce 276 caballos de potencia. Bueno, eso según Nissan pues se vieron obligados a declarar una cifra menor por motivos legales. En realidad, los GT-R R34 producen cerca de 320 HP: suficiente para hacer el 0-100 en poco más de 5 segundos. Siendo esta unidad un GT-R V-Spec II, la potencia es distribuida a las cuatro ruedas por una versión mejorada del sistema de tracción integral ATTESA E-TS Pro con un diferencial trasero activo.
En el interior, la modificación que más llama la atención es el timón en el lado izquierdo: un cambio drástico, pero necesario. Otro detalle de fina coquetería es el tablero de instrumentos multifunción firmado por Nismo, con un velocímetro que marca hasta 320 km/h y un tacómetro con la línea roja en las 9.000 RPM. Los asientos de cubo son los originales, solo que retapizados, y se sienten casi como los de un carro de carreras. Por lo demás, el interior está completamente original: con pedales en alumino, timón deportivo y una barra de cambios de tiro corto que se siente de ensueño.
¿El precio de este icónico ejemplar? No está confirmado, pero se especula que estuvo entre los 320 y 350 millones de pesos. De todas formas es una cifra irrelevante pues este Skyline GT-R ya tiene dueño. Y, sea quien sea, felicito su buen gusto. Hay carros más costosos, más elegantes y más rápidos, sin duda, pero pocos pueden igualar el estatus del Skyline GT-R en la cultura automotriz a nivel mundial.