Muchos pusieron el grito en el cielo cuando Ford resucitó el nombre Puma para ponérselo a un crossover y no a un hot-hatch. Es entendible: el Puma original podrá no tener el pedigrí del Renault 5 Turbo o el Golf GTI, pero igual se ganó un lugar en el corazón de los aficionados y la prensa británica. Eso fue hace ya más de un año y hoy Ford quiere tenderle una rama de olivo a los fans del Puma original con esta nueva versión ST. Y vaya si se ve tentadora esa rama de olivo: 200 caballos de potencia, caja manual, suspensión deportiva, asientos Recaro y hasta un LSD opcional.
ST de verdad verdad
Ford no se limitó a decorar esta versión del Puma con un bodykit y emblemas ST, tampoco a ponerle simplemente un motor más grande. Estamos ante un ST con todas las de la ley. El protagonista del cambio es un motor EcoBoost de tres cilindros, doce válvulas y 1.500 cc fabricado enteramente en aluminio. Apoyado por un turbo, este pequeño propulsor produce unos respetables 200 HP a las 6.000 vueltas y 320 Newton-metros de torque disponibles a partir de las 2.500 rpm. Estas cifras, unidas a la misma transmisión manual usada en el Fiesta ST, le permiten hacer el 0-100 en 6,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h. Pero aunque el motor sea el protagonista, el resto del elenco se ve igual de bueno.
La estructura de esta versión ST fue reforzada para ser 50% más rígida que la del Puma corriente y 40% más que la del Fiesta ST. Los frenos delanteros son más grandes y la suspensión recibe barras estabilizadoras más gruesas, además de resortes y amortiguadores con una tecnología bastante interesante. Los resortes son un diseño patentado que varía la forma del espiral para cada una de las cuatro ruedas, Ford los llama: “Resortes con vectorización de fuerzas”. Los amortiguadores, por su parte, son unidades Hitachi que ajustan su dureza de acuerdo a las vibraciones sin recurrir a complejos sistemas electrónicos. A todo esto sumémosle llantas Michelin Pilot Sport 4S exclusivas para este modelo y la opción de un diferencial de deslizamiento limitado firmado por Quaife.
¿Hot-hatch o no?
El exterior y el interior del nuevo Puma ST también recibieron una justa dosis de carácter deportivo. En el exterior destacan rines de 19 pulgadas y un kit de carrocería que incluye un bómper frontal con entradas de aire más grandes y un splitter funcional. Atrás encontramos un difusor incrustado en la defensa trasera y un vistoso alerón negro. El interior recibe retoques que ponen el énfasis en el conductor, como asientos deportivos Recaro y un timón aplanado abajo, todo con los emblemas ST de rigor. En cuanto a tecnología de entretenimiento y seguridad, se mantienen las especificaciones del Puma básico, con la adición de modos de manejo más agresivos.
Y todo esto en un vehículo relativamente ligero de 1.358 kilogramos, con espacio para 5 pasajeros y un baúl de 456 litros. Ah, y con un consumo de 6,9 litros/100 kilómetros de acuerdo al WLTP. No sé a usted, pero a mi eso me suena como la receta para un hot-hatch de ensueño. Sin embargo, queda la pregunta: ¿puede un crossover, léase un carro con ínfulas de SUV, considerarse un hot-hatch? Me reservo mi respuesta, pero eso sí, no puedo negar que me fascinaría darle más de una vuelta a este hot-crossover.