Para nadie es un secreto la preocupante situación de Mitsubishi y prueba de ello es el cierre de la fábrica donde se ensambla la Montero (Pajero para el resto del mundo). La razón es la reducción de costos y la reorganización por la que pasa la compañía nipona. El cierre de la fábrica será en la primera mitad del 2021, pero desde ya nos podemos despedir de este histórico todoterreno que se suma a la lista de nombres que Mitsubishi ha dejado desaparecer
Adiós, vaquero
En un escueto comunicado, Mitsubishi confirmó el cierre de la planta Pajero Manufacturing Co., Ltd, ubicada en la prefectura de Gifu y de paso se dejará de fabricar la Montero, aunque no es oficial, medios de la talla de Reuters ya lo dan como un hecho. Los otros modelos que se ensamblan en esa planta se transferirán a otras fábricas y la razón del cierre es la reducción de costos y de vehículos que ya no son rentables.
Aunque es una noticia triste, era algo que se veía venir pues Mitsubishi se desinteresó de este modelo al dejarlo obsoleto; hablamos de 20 años con una plataforma que solo se ha actualizado 4 veces, pero sin cambios importantes. Por eso la Mitsubishi Montero es hoy un carro sin tecnología suficiente para competirle otras todoterrenos como la Toyota Land Cruiser. En algunos países ya no se puede comercializar por su alto consumo de combustible como en Japón, por eso ya solo se fabricaba como modelo de exportación.
Para los colombianos, la Mitsubishi Montero hizo parte del paisaje desde 1982, cuando comenzó a fabricarse en la Compañía Colombiana Automotriz (CCA). Desde entonces el modelo de 5 puertas y el Hard Top de 3 fueron muy aclamados por sus capacidades dentro y fuera del asfalto. Que fuera un modelo tan durable y de fabricación local lo hacían uno de los consentidos por muchas familias colombianas.
El japonés en crisis
La razón por la que la Mitsubishi Montero nunca tuvo una remodelación es por la falta de dinero derivada a una crisis económica de larga data. Dicha crisis llegó a tal punto que un comunicado habla de la cancelación de nuevos modelos a Europa, obligándose a vender viejas generaciones en ese territorio. Otro comunicado habla de las pérdidas económicas que sufre la compañía. Solo en el trimestre pasado fue de más de 115 mil millones de yenes.
Su alianza con Renault y Nissan parece no haber hecho efectos positivos, pues al parecer no usa las plataformas de sus marcas asociadas. Por ejemplo, la L200 que se presentó a inicios de este año es una renovación, no un modelo nuevo que pudo basarse en la Nissan Navara o la Renault Alaskan.