No importa que Audi aún esté afinando los detalles en torno a sus cambios de nomenclatura. ABT no tiene esos problemas cuando se trata de traer a la vida un Audi RSQ8 más poderoso que nunca. No tanto como otros preparadores, pero ABT es como el especialista en tuning oficial de Audi, así que tienen un “extra” en ese departamento.
Lo llaman Legacy Edition y conmemoran 125 años de la historia de ABT. Motivo por el cual harán 125 ejemplares de este SUV que alguna vez fue el más rápido en el Nürburgring, hasta que sus hermanos de Porsche y Lamborghini le quitaron la corona.

Titán germano
Cuando se trata de mejorar los productos de Audi, como el RSQ8, ABT tiene una fórmula clara. Ese V8 de 4 litros biturbo recibe un nuevo ECU, escapes mucho más ruidosos con cuatro salidas y un intercooler más eficiente. De fábrica produce 640 hp, pero gracias a las mejoras de ABT la figura salta a 750 equinos. Su torque se eleva a unos colosales 980 Nm, para recordarnos que el motor térmico no ha muerto.
Sigue su carrocería, que debe igualar esa figura con un aspecto agresivo. El preparador alemán responde con un difusor trasero, alerón más aerodinámico, tomas de aire en el capó y un frente más agresivo. Todo en fibra de carbono, para dar un toque siniestro y reducir un par de kilos de peso.
Material que se extiende a la cabina, adornando el tablero o puertas. Las sillas en cuero Alcántara tipo cubo y gráficos con aceleración, presión del turbo y fuerzas G lo mantendrán entretenido, por si el sonido del escape no basta. ABT incluso juega con la suspensión neumática, manteniendo al Audi RSQ8 pegado al asfalto luego de esa inyección de potencia.
Con todo esto, el RSQ8 ya no tiene nada que envidiar al Lamborghini Urus y el Porsche Cayenne.