El preparador germano Brabus despertó con la idea de hacer algo distinto. Y no, no hablamos de “envenenar” un pequeño Smart ForTwo como lo han hecho en el pasado. ¿Pero qué podían hacer distinto? Luego de deliberar por un rato, el preparador llegó a la conclusión que todos sus proyectos son negros con acentos rojos, grises o blancos. Así que ahí ocurrió: la genial idea de explorar el resto de la paleta de colores, dándole forma al Brabus 900 Deep Blue, un Mercedes-AMG G63 potente que no es negro.
Sí, esa es la gran diferencia entre esto y un Rocket 900, que en esencia es el mismo tipo de modificación. Aparte de la tonalidad azul profundo que no tiene nada que ver con esa otra película de Paul Walker, la novedad que presenta este 4×4 es en su presentación. Es decir, Brabus decidió ofrecerlo junto a una lancha modificada (porque ellos también modifican botes), y un reloj exclusivo. Todo eso cuesta 1.18 millones de euros, pero si parece muy excesivo Brabus le vende el auto por aparte.
Lo mismo pero con un traje azul
Realmente la gran diferencia entre el 900 Deep Blue y otros proyectos de Brabus en torno al Mercedes-AMG G63 es el color. Es la idea de la elegancia y distinción por encima de los demás productos de este preparador, con el beneficio de un V8 twin turbo fuertemente modificado. Para refrescar su memoria, apreciado lector, esa unidad es estirada de 4 a 4.5 litros, recibe nuevos componentes como dos turbo revisados, escape de alto flujo, piezas reforzadas y una unidad ECU que gobierna el motor. Ello resulta en 890 hp o 900 PS (de ahí el nombre) e impulsa al 4×4 germano de 0 a 100 km/h en 3.7 segundos.
Brabus también mejora la suspensión sustancialmente, por aquello del incremento en velocidad. La forma del Clase G no es la más aerodinámica, y cualquier mejora en estabilidad se agradece. El típico bodykit de Brabus con un capó, frente, faldones y alerón en fibra de carbono no puede faltar, al igual que enormes rines de 24”. Lo típico para destacar y confundir a los incultos que vean una B en vez de la estrella de Mercedes-Benz al frente.
La tonalidad azul (que es nueva) cubre de adentro hacia afuera al Brabus 900 Deep Blue, cual océano profundo. El interior tiene tapicería en cuero con patrón de diamante y acentos azules; las molduras en metal pulido también adoptan esa tonalidad que combina con el azul oscuro del exterior, elevando la percepción de elegancia que este Clase G posee. Porque en un mundo de colores monocromáticos, el azul, púrpura y verde oscuros también son sinónimo de alcurnia.
Con lancha de persecución y reloj de lujo
El Brabus 900 Deep Blue cuesta por sí solo medio millón de euros, sustancialmente más que un AMG G63 estándar. Claramente aquí la idea es la exclusividad, por algo Brabus quiere agregar una lancha y reloj a la mezcla. La primera es de la serie 900 Shadow, un bote con 900 hp en sus dos motores y lujo por doquier. El segundo es un reloj sumerjible Panerai que combina con bote y 4×4 y del cual sólo se harán 200 unidades. Nos quedamos con el Clase G envenenado por ahora, muchas gracias Brabus.