¿Qué es mejor que un Ford Mustang? Dos Mustang, pero contenidos en uno solo. ¿Cómo así? Pues bien, en el mundo de las restauraciones de los clásicos y restomods, existe una corriente de pensamiento sencilla: tomar la carrocería y estilo de un clásico, para luego inyectar ADN moderno. Eso fue lo que hizo Velocity Restorations, partiendo de un Ford Mustang convertible de 1967 e instalando el chasis y motor V8 de un Mustang moderno.
Tiene mucho sentido, así no caiga en gracia con los puristas que prefieren carburadores y los viejos V8 Windsor o Cobra de Ford. Si lo piensa, la familia Coyote moderna del Mustang es muy similar a los clásicos V8 del Óvalo Azul, con la gran novedad siendo sistemas de inyección e inducción modernos, más válvulas y sensores.
Bajo esa lógica, un Ford Mustang clásico con el V8 de uno moderno no es una mala idea. Incluso, me atrevo a decir que este proyecto es el chasis de un Mustang actual con el estilo genuino de uno clásico, no al revés.
Restauración fiel al original
Es cierto, para algunos cambiar el motor original por uno moderno es sacrílego. Velocity se encarga de preservar con gran detalle y fidelidad el estilo del Mustang ’67 original. Todo fue restaurado y retocado con elementos que parecen de época, al grado que su apariencia no sugiere la existencia de un motor moderno bajo el capó.
Sólo contemple el interior, algo que Velocity llama “Signature Series”. Un mar de cuero color crema y un volante de madera adornan la cabina, con todos sus indicadores modernos. Los dos elementos que más destacan son un radio con conectividad moderna y un climatizador digital, ambos con un estilo vintage para no desentonar.
Todas las comodidades modernas, como asientos con calefacción o techo suave de operación eléctrica, están disimulados para preservar el aura original del Mustang.
Traje clásico, entrañas modernas
Debajo de la carrocería es donde ocurre toda la fiesta. Este Ford Mustang 1967 recibe un V8 Coyote de 5 litros, completo con escapes de alto flujo Borla, chasis moderno y transmisión manual Tremec de 6 marchas. Los frenos de disco están firmados por Baer, la suspensión posee coilovers Fox y es independiente en ambos ejes, mientras que la dirección tiene asistencia hidráulica.
Finalmente los rines Magnum 500 de estilo clásico están calzados con gomas Continental SportContact, todo para una apariencia clásica y conducción moderna. Es que ni las luces parecen ser LED, pero lo son, reforzando ese nivel de detalle que tiene este proyecto.
Claro que, la idea de un Ford Mustang clásico completamente restaurado y con el V8 de un modelo moderno no es precisamente “barata”. Este muscle car es para los más privilegiados, que deseen esta experiencia y tengan al menos $330.000 USD en su banco. Por esta vez miramos, admiramos y no tocamos, muchas gracias.