Adiós a las sutilezas, por fin Brabus nos dio el poderoso Mercedes-AMG GT 63 S E híbrido con figuras que harían palidecer a muchos hypercars y autos eléctricos. Sin duda, el Brabus Rocket 1000 es una de las creaciones más poderosas jamás concebidas por el preparador alemán que, a estas alturas, sólo podría superarse si tienen permiso de “envenenar” a un Mercedes-AMG One.
No es la primera vez que Brabus “juega” con el Mercedes-AMG GT 63 S E, uno de los modelos más poderosos hoy en día en Affalterbach. Ese primer intento fue solo el comienzo, porque aún faltaba desbloquear mucho desempeño de este modelo, todo gracias a su ADN híbrido que hizo posible semejante figura en potencia.
Sedán deportivo con 1000 equinos
Con un poco de magia negra, algo de electricidad y un V8 cuyo desplazamiento aumentó de 4 a 4,5 litros, el Brabus Rocket 1000 es el modelo más potente en la historia del preparador. 1.000 PS, 736 kW o 986 hp, esas son las figuras de la que es capaz este siniestro sedán. Eso es casi 150 equinos más que el AMG GT de fábrica.
En materia de torque este cóctel germano es capaz de ofrecer 1.820 Nm de par, figura digna de un camión diésel de trabajo pesado. Para proteger la transmisión automática de 9 marchas, Brabus limita esa figura a unos igual de emocionantes 1.620 Nm. Escapes de alto flujo junto a componentes internos del motor forjados se aseguran de la durabilidad de este V8, capaz de impulsar al Rocket 1000 de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos.
En materia aerodinámica, Brabus le otorga rines Monoblock de 21” adelante y 22” atrás, un spoiler frontal y nuevas tomas de aire para mantener estable el eje delantero a más de 315 km/h, un difusor trasero con un generoso alerón atrás, fibra de carbono por doquier y una suspensión rebajada en 20 mm.
Estéticamente está toda la parafernalia típica de Brabus. Acentos rojos y negros, una cabina elegante con exceso de cuero, logos iluminados de Brabus y placas especiales que conmemoran esta serie limitada. ¿Excesivo? Quizá, pero cuando se está ante el ocaso del motor a combustión, qué mejor que exprimir todo el potencial de un V8 como el de AMG.
