Si usted recuerda cuando Rápido y Furioso trataba sobre carreras callejeras y no era Los Vengadores sobre ruedas, seguramente recuerda a Jesse. Ese mecánico loco con déficit de atención que agradecía a Dios por las válvulas de titanio y apostó su Jetta contra el Honda S2000 de Johnny Tran. Pues bien, un Jetta idéntico al usado en la primera entrega de Rápido y Furioso está en venta y puede ser suyo por apenas $65.000 dólares. Solo hay un pequeño detalle: esta unidad no apareció en la filmación sino que fue un encargo del propio Chad Lindbergh, el actor que interpretó a Jesse.
Una réplica mejor que el original
Aunque el precio parezca exagerado, consideremos que el verdadero Jetta de Rápido y Furioso ha estado en venta dos veces por casi $100.000 dólares. Además de costar menos, esta réplica anda más gracias a un motor VR6 de 2.8 litros modificado y una transmisión manual con LSD en lugar del anémico 2.0 con caja automática del original. Sí, el Jetta original tenía un complejo sistema húmedo de óxido nitroso con puertos directos, pero era prácticamente de adorno. Mecánica aparte, esta réplica es idéntica pues su construcción contó con la asesoría de Scott Centra, el creador del Jetta que salió en la pantalla grande.
El proyecto realizado en 2017 por GAB Eurosport también recibió apoyo de Craig Lieberman, el asesor técnico en las primeras películas. Solo así fue posible conseguir las piezas exactas usadas originalmente e imitar hasta el último detalle: desde el bodykit Wings West hasta los enormes rines König Tantrum de 19 pulgadas, pasando por el llamativo timón Sparco tapizado en rojo. Una tarea nada fácil considerando que las piezas de esa época son cada vez más difíciles de encontrar. Como si fuera poco, Modern Image estuvo a cargo de las gráficas, la misma compañía que decoró los vehículos originales para la película.
Otro aspecto a resaltar es el sistema de sonido. Al mejor estilo de los 2000, este Jetta tiene tres amplificadores, dos bajos de 12”, seis parlantes, una PlayStation 2 y una unidad Alpine IVA-D310 con pantalla táctil de 6 pulgadas. Tan satisfechos quedaron Lindbergh y Lieberman con el resultado que plasmaron sus firmas en este Jetta, confirmando su pedigrí. ¿Interesado? El dueño actual, Dominic Dubreuil, afirma que el precio es negociable, pero dará prioridad a museos y coleccionistas. Rápido, antes que llegue Johnny Tran a recoger el carro que se ganó corriendo en el desierto.