¿Alguna vez creyó que un Mini costaría más de 100.000 euros? Son clásicos después de todo, tal vez alguna edición muy rara del John Cooper Works original o alguno de los Mini que ganaron en Montecarlo. Pero no, el Mini Cooper clásico de seis figuras es un restomod reinterpretado por el creador del Jaguar XK y el primer Aston Martin Vanquish.
Ian Callum es su nombre y tiene una firma de diseño para “reinterpretar clásicos”. Como el Jaguar E-Type, el concepto C-X75 o ese Lotus Elise MK1 eléctrico. Ahora se unen con el carrocero inglés Wood & Pickett para darle nueva vida al Mini Cooper clásico, respetando sus dimensiones y espíritu en este restomod. Es decir, cuando la palabra Mini y cohete de bolsillo eran en serio.
Remasterizando un clásico
Lo más curioso es el punto de partida de este proyecto. No es un Mini Cooper original, ni uno 1275 GT, mucho menos uno de los años noventa. Es el Mini Cooper Sport MK5, literalmente la última versión fabricada hasta que BMW reinventó la marca en 2002. Aunque seguramente la restauración y modificación aplica para la gran mayoría de Mini Cooper.
Primero el aspecto mecánico: los motores A de Rover dan paso a una unidad 4 cilindros y 1,3 litros para competencias, con culata mejorada, nuevos árboles de levas e inyectores, al igual que inducción y escape de alto flujo. Así el Mini salta de 60 a 110 caballos de potencia, manteniendo su peso cercano a los 800 kg. Eso sí es un cohete de bolsillo, lo único más extremo es un Mini con un motor K20 de Honda.
El chasis fue restaurado y reforzado para lidiar con la potencia adicional. Se instaló suspensión deportiva moderna, frenos de disco perforados adelante y atrás, una transmisión manual más robusta, un nuevo ECU y mejoras como más insonorización y reducción de vibraciones.
Ícono de lujo y prestigio
Callum reinterpreta la silueta original del Mini, respetando su herencia. Observe sus rines de turbina de 13”, diseño único por Callum. También el bodykit ensanchado, luces antiniebla sobre la parrilla, faros con diodos LED y detalles en aluminio oscurecido. También la doble línea de carrera típica, de nuevo respetando la silueta del Mini clásico.
Su cabina es una mezcla exquisita del ayer y hoy. El tablero tiene madera de nogal real, cuero color café y una serie de interruptores en aluminio, con los indicadores originales. En contraste, aparece un radio con Android Auto y Apple CarPlay, butacas con un patrón de bandera a cuadros y acabados en aluminio. Hasta portavasos recibe este Mini, para un toque de modernidad extra.
Su precio inicia en las 75.000 libras esterlinas, pero fácilmente se eleva a seis figuras con la personalización que su dueño quiera.
