Es probable que al comprar un auto, ya sea nuevo o de segunda, haya tenido inconvenientes con el papeleo o a nivel mecánico. Sin importar cuál de estos problemas le haya tocado es una situación indeseable y muy común. Además, en ciertas ocasiones son tan irreales que se vuelven tendencia, como la historia de esta mujer en Rusia que compró un Datsun que debía una tonelada de dinero en multas. Lubov Sóboleva se dirigió el 23 de diciembre al concesionario, ubicado en la ciudad Nizhni Nóvgorod, para adquirir el auto por unos 370.000 rublos, algo así como 5.000 dólares estadounidenses. Sin embargo, los vendedores del concesionario la convencieron de tomar un préstamo y un servicio de asistencia especial de ruta. Lo cual subió el precio hasta los 6.700 USD y hasta aquí todo bien, pero…
Una navidad pasada por angustias
La compradora no pudo tener esos momentos de felicidad que se experimentan cuando se adquiere un vehículo. Pues la joven cuando quiso hacer los papeles para poner el auto a su nombre descubrió que el vehículo tenía orden de embargo. La razón, como imaginará, no era otra: el antiguo propietario debía multas que alcanzaban los 27.000 dólares estadounidenses. Sí, los problemas legales básicamente triplicaban el costo inicial del auto. La mujer tuvo que ocultar el Datsun para que no se lo confiscaran y por consiguiente casi ni lo usó por las heladas carreteras de Rusia. Una navidad entre angustias debió pasar Lubov, la cual cuando se acercó al concesionario para hacer el reclamo, los vendedores le aseguraron que no tenían conocimiento sobre las multas.
De hecho, la encargada del área de ventas de autos de segunda mano le dijo que la orden de confiscación y compra coincidieron por «absoluta casualidad«. Además, mencionó que la culpa había sido de los funcionarios que firmaron el dictamen. Para resolver el problema el concesionario le ofreció otro Datsun a la mujer, pero adivine: también tenía orden de embargo. La historia acaba cuando la compradora, ya con abogado abordo, solicita liquidar el préstamo y cancelar el acuerdo de compra con el concesionario. El cual le dio 200 dólares por los inconvenientes ocasionados. Igualmente, la mujer no quería acabar el 2020 sin un auto, así que terminó comprándolo en el mismo concesionario, aunque esta vez ya no fue un Datsun.