No le pasa que hay situaciones en las que sólo puede pensar ¿cómo fue que llegó eso ahí? Eso mismo es lo que pensamos cuando vimos las imágenes de este Porsche Macan colgando de un edificio en Rusia, en un accidente que afortunadamente no pasó a mayores.
El hecho en cuestión sucedió en un complejo de apartamentos en Moscú, en el parqueadero de varios niveles del lugar conocido como Riverpark. El conductor es el jugador profesional de hockey, Denis Kazionov, quien iba con su esposa y su hijo en el Porsche Macan.
Pero este no es un caso de confundir el freno con el acelerador o distracción al volante. Esta vez fue la nieve que le jugó una mala pasada al conductor. Ya que el techo del parqueadero está parcialmente descubierto, la nieve cubrió gran parte del asfalto. Y Rusia es un lugar donde, al menos la última vez que revisé, cae nieve por cantidades. Muy lejos a las “nevadas” latinoamericanas que tienen un poco de granizo y ya.
Una situación resbalosa
En esta situación, ni el piloto más experimentado pudo anticiparse a las condiciones de nieve. El Porsche Macan comenzó a deslizarse, y a diferencia de la profesión de Kazionov, el Macan no tiene patines de hielo. En el momento que el jugador de hockey intentó frenar, el auto deslizó fuera de control hacia el muro del parqueadero.
La camioneta impactó la pared y alcanzó a atravesarla, pero se detuvo gracias a que las varas de metal de la estructura detuvieron la mayor parte del avance del Macan, cuyas ruedas delanteras quedaron colgando. Los ocupantes lograron salir ilesos y del accidente sólo quedó el susto, y una llamada a la aseguradora para arreglar el Porsche Macan. Lo más probable es que la camioneta pronto sea reparada, ya que los daños no fueron tan graves como parece.
Aunque algunos escombros cayeron al piso, nadie resultó lastimado en el accidente del Porsche Macan. Le quedó de anécdota al jugador de hockey el sustico, que lo dejó en “increíble shock” a él y su familia, en declaraciones con un medio local.
Cabe decir que la construcción del parqueadero deja bastante que desear, al no estar protegida de la nieve y por la estructura de sus muros que no brindan precisamente seguridad. Esta vez, no hubo que lamentar, pero bajo otras circunstancias quién sabe qué pueda ocurrir. A lo mejor las cosas las construyen muy distinto en la madre Rusia.
Que esto también sea un recordatorio que, si bien los sistemas de seguridad y electrónicos de un vehículo ayudan, no nos hacen invencibles. Tenga cuidado, por más tonta que sea la situación. En especial si está en condiciones climáticas adversas o en una estructura que no se ve tan confiable o bien fabricada.