Como un fénix levantándose de las cenizas, aquí tiene un potro legendario protagonista de una escena memorable en el cine. Sí, ese Ford Mustang Saleen que es destrozado en Rápido y Furioso 2, uno de seis que usó la producción para esa secuencia de la autopista y que hoy no solo está a la venta, tiene una historia digna de contar.
Así como el Volkswagen Jetta de Jesse en la primera entrega, la aparición del Saleen Mustang en la secuela es breve pero memorable. En la mente de muchos (me incluyo) quedó grabado el momento en el que todos los conductores contratados por el villano de turno, Carter Verone, vuelan por una autopista de Miami compitiendo por recoger primero un paquete. Luego de que Brian O’Conner y Roman Pearce adelantan dos camiones, el Saleen en cuestión intenta hacer lo mismo, con resultados desastrosos.
Apuesto a que usted, cada vez que adelantó dos camiones de la misma manera recordó esta escena mientras rebasaba. No creo que sea el único que piense en esas cosas.
Doble de acción con cuatro ruedas
Como es típico en una producción cinematográfica, los actores tienen dobles. Ocurre lo mismo con los autos de los personajes; un modelo es solo para tomas estáticas y demostraciones. Si el modelo es parte de alguna secuencia de acción es necesario tener “réplicas” que se vean como el original, pero con interiores más sencillos, motores sin modificaciones o anclajes para colocar cámaras y dobles de riesgo.
El Saleen Mustang usado en Rápido y Furioso 2 no es la excepción. Steve Saleen ofreció un ejemplar original del S281, nombre que recibía su modificación para el Mustang de la época, con mejoras como un supercargador (que elevaba su poder a 350 hp), suspensión Racecraft, un bodykit más aerodinámico y rejillas de ventilación al frente. El toque final es su precioso color cereza llamado Liz Stick Red en honor a la esposa de Steve Saleen y unos gráficos especiales en los costados.
Como el Saleen sería utilizado en esa secuencia de acción era necesario tener réplicas para grabar sin riesgo a destruir el original. El equipo de producción encontró cinco Mustang, la gran mayoría automáticos, limitándose a replicar el bodykit y mejoras estéticas del Saleen. Tres de ellos fueron usados en esa secuencia, con un ejemplar aplastado por el camión y totalmente destrozado.
Resurrección digna de Lázaro
Que estuviera destrozado no significó el fin para ese Mustang porque aquí está, vivo y coleando. Originalmente un Mustang New Edge 2002 con el V8 Modular de 4.6 litros, 260 hp y transmisión automática, luego de la grabación de la película el modelo fue completamente restaurado por Mason’s Hotrods en Carolina del Sur (EE.UU.) Proceso que incluyó las partes estéticas que agregó la producción para lucir como un Saleen S281, como el bodykit, el color rojo, los escapes, rines cromados, cuadro de instrumentos y suspensión.
Por todo lo demás es un Mustang modelo 2002 en inmaculado estado, con solo 936 km en su odómetro. ¿Sabe algo? Esta generación del Mustang envejeció con gracia y luce bastante atractivo, al menos ante los ojos de este servidor. Las únicas novedades desde que se grabó la película hace 20 años son un par de calcomanías y placas con las siglas 2F2F y un número 88, indicando el dígito que lo identificaba en la producción de la película.
Podrá parecer un Mustang cualquiera pero la evidencia confirma que no solo fue usado en Rápido y Furioso 2, también fue el ejemplar destruido y reconstruido. Su subasta está a cargo de Mecum Auctions y tendrá lugar en enero, con un valor estimado entre 60 y 90.000 dólares estadounidenses.
Al afortunado que gane la subasta, le sugiero que tenga prudencia a la hora de adelantar con dos camiones en los carriles opuestos.