Durante este último lustro, Lego se ha convertido en el juguete de culto con el cual niños y adultos pueden dejar volar su imaginación, canalizando a ese ingeniero que todos llevamos en el interior acercándonos a las máquinas que solamente tenemos en afiches, fondos de pantalla o en las revistas como Fuel. Gracias a esos ladrillos rectangulares de plástico se puede construir no solo una atracción tan impresionante como Legoland, sino que el cielo es el límite.
Aunque Lego tiene una línea llamada Technic, en la que se pueden armar varios carros como el Porsche 911, el encanto sigue siendo armar autos con los ladrillos. Desde hace unos años Volvo y Ford habían construido carros de tamaño real con los ladrillos, pero siendo el XC90 o la F150 autos tan pedestres, no acaparaban las páginas de las revistas.
Sin embargo, Bugatti inició en 2018 la tendencia de crear autos funcionales con las piezas de Lego, construyendo un Chiron con piezas de la línea Technic que no solo lograba avanzar, sino en cuyo interior un piloto podía sentarse y conducir. Sin embargo, no estamos aquí para hablar del hiperauto francés, sino de la más reciente creación de los ingenieros de Woking gracias a su reciente alianza con el fabricante danés de juguetes.
Los chicos de McLaren eligieron celebrar esa alianza construyendo con los bloques plásticos una réplica desmaño real del auto más radical construido por la compañía británica en los últimos años: el Senna.
Para recrear el superauto, utilizaron 467.854 piezas estándar de Lego y el ensamble de todas las piezas les unas asombrosas 5.000 horas/hombre, una tarea titánica. Ese tiempo es 9 veces superior que el tiempo invertido en construir un McLaren Senna de verdad, que no es un carro común y corriente ni fácil de fabricar. Lo mejor de todo es que este no es el primer McLaren construido con las famosas piezas, pues ya se había realizado un 720S, pero claramente los ingenieros no fueron tan lejos como con este carro.
¿Qué hace a este modelo diferente de los otros? que sus puertas de Lego se abren con las mismas bisagras de diedro que el auto real. Además tiene un interior operacional donde una persona se puede acomodarse en el asiento, que afortunadamente no está hecho de plástico, sino de fibra de carbono. También cuenta con insertos reales del auto, cómo rines y llantas, apéndices aerodinámicos, pedales e insignias.
El peso de este Senna hecho de bloques está situado en 1.700 kilos, lo cual es 500 kilos más que el auto real. El carro será llevado por la firma de Woking a eventos como el Goodwood Festival of Speed, donde podrá ser apreciado en toda su gloria como si de un auto de 8-bits se tratase.