Desde que Carlos Tavares dejó Stellantis, en aquel gigante automotriz se respiran vientos de cambio. Es cierto, aún falta bastante para que sus 14 marcas estén en perfecto equilibrio y armonía, pero todo parece ir mucho mejor que antes. Uno de los cambios que quiere corregir el gigante es la partida del motor Hemi V8, particularmente en los “deportivos” como el Dodge Charger (y el extinto Challenger).
Eso es algo que el jefe y director ejecutivo de Dodge, Matt McAlear, dice entre líneas en una entrevista con The Drive. En esencia, el hombre no dijo explícitamente que el nuevo Dodge Charger tendrá un V8 a futuro, pero sí es algo que la marca debe considerar de una manera u otra.
Decisión por corregir

Rápidamente, algo de contexto: Carlos Tavares fue el artífice tras la desaparición del V8 Hemi. RAM perdió ese motor, los Charger y Challenger, Jeep y apenas la Dodge Durango sobrevivió a la decisión, ya que la marca decidió salvarla y estirar su vida útil.
Cuando se trata de Estados Unidos, los motores grandes mandan. Es cierto, un V6 o seis en línea puede ser equiparable a un V8, a la vez que emite menos polución y consume menos. Sin embargo, en La Tierra de la Libertad si no es grande y V8, no siempre vale la pena. Con esta decisión de eliminar al V8, Stellantis dejó el camino abierto a Chevrolet y Ford, que mantienen pickups con motor V8 en sus portafolios.
Y por el lado de los deportivos, Chevy tiene al Corvette Stingray y Ford al Mustang. Dodge seguramente quiera corregir ese asunto.

No es un sí ni un no… es un «muy posible»
La pregunta lógica que enfrentó el jefe de Dodge es sencilla: ¿puede el nuevo Charger tener un V8? Es cierto, se diseñó con una plataforma eléctrica y un seis en línea en mente, ¿pero es posible?
McAclear señala que el nuevo Charger “es una plataforma nueva que, como los anteriores, tiene el potencial de recibir diferentes propulsores. Apenas es el primer año del Charger y este es sólo el comienzo, nosotros (Dodge) vamos a divertirnos mucho con esa plataforma”. Interesante, ¿no lo cree?

Luego el CEO de Dodge añade que la marca siempre está en búsqueda de mayor desempeño, todavía falta un Charger SRT más potente, por ejemplo. En otras palabras, McAlear se cuida de confirmar directamente que un V8 está en camino, limitándose a sugerir que ya Dodge trabaja en ello.
El mayor obstáculo son las emisiones y si bien la nueva administración en EE.UU. desecha los actos ambientales, las marcas no pueden confiarse de ello. La conclusión es que Dodge está ante un serio renacimiento del V8, con la Durango, un posible Charger y hasta las pickups RAM, pero es una decisión que tomará tiempo y consideración.
Un Charger V8 llegará, sea con hibridación, algún tipo de tecnología para reducir sus emisiones o incluso turbo, pero llegará.
