Ha llegado el día que tanto temíamos. Mitsubishi cumplió la sentencia y le puso punto final al Pajero (Montero) con una Final Edition. Esta era la crónica de una muerte anunciada, pues la marca de los 3 diamantes ya había comunicado que acabaría con la producción más o menos para estas fechas, algo que cumplieron con la típica precisión japonesa. De este modelo de despedida se fabricaron unas 800 unidades que se venderán en Australia.
«F en el chat» por la Montero
Y así, sin una despedida honorífica o una versión más especial, Mitsubishi le da el adiós a la Pajero con una Final Edition. Mecánicamente no hay cambios destacables, ya que monta un motor L4 de 3,2 litros turbodiésel que genera una potencia de 189 HP y unos 441 Nm de torque. La potencia va a una caja automática de 5 velocidades y a las 4 ruedas gracias al sistema de tracción 4X4. Lo dicho, es una salida sin mucho ruido.
Lo que trae de especial esta Mitsubishi Pajero Final Edition es una serie de accesorios que se instalarán en Australia. Para empezar, está un tanque de combustible de 88 litros, una pegatina en el capó, un manual de usuario forrado en cuero, unas alfombras y las insignias especiales que no podrían faltar. El baúl tendrá un forro de goma para proteger la tapicería al cargar cosas sucias y también vendrá con un techo panorámico. Esta edición de despedida llegará con los acabados GLS, GLX y Exceed con los equipamientos que ya traía. Estas camionetas fueron fabricadas desde marzo de este año y se venderán como modelo 2022.
Una salida en silencio
Con esta Final Edition, el Mitsubishi Pajero o Montero se despide del mundo después de 40 años de producción y más de 3 millones de unidades vendidas. Este se suma a la lista de modelos icónicos que Mitsubishi ha abandonado a lo largo de su historia por diferentes razones. El icónico nombre perdurará en la Montero Sport que aún se vende, pero que también necesita una renovación.
A decir verdad, es triste que este sea el único homenaje que se haga para despedir esta icónica camioneta. Un buque insignia con estas capacidades no debería irse así y menos cuando hay otros nombres que están volviendo del olvido. Mitsubishi pudo haber aplazado al Pajero Final Edition mientras le hacía la competencia a la Bronco con una nueva generación de la Montero. Sin embargo, será otra oportunidad perdida, como la rivalidad entre el Lancer y el Impreza. Esta escueta despedida nos preocupa, pues es un reflejo de la difícil situación por la que está pasando Mitsubishi y de la que quizá no logre recuperarse.