En una carrera cargada de emociones, Sergio Pérez ganó el Gran Premio de Azerbaiyán gracias a un trabajo impecable del mexicano. En segundo puesto llegó Sebastian Vettel, quien además se llevó el título de piloto del día ya que empezó en el puesto 11. El tercer puesto fue para el francés Pierre Gasly, que pudo ascender al podio gracias a su manejo disciplinado. Los punteros de siempre tuvieron una serie de desgracias que nos dejó con el credo en la boca.
Pocas carreras como esta
Al principio, el Gran Premio de Azerbaiyán de Fórmula 1 lo estaba liderando Charles Leclerc gracias a una clasificación muy reñida. Parecería que iba a recuperar la oportunidad que perdió en Mónaco, pero el rendimiento no le alcanzó y no pudo mantener el ritmo. Lewis Hamilton superó a Leclerc al final de la vuelta 3 gracias a un rendimiento superior y luego lo pasó Verstappen. Sergio Pérez tuvo un muy buen arranque y pasó Leclerc poco después de que lo hiciera su compañero. Con esto los pilotos de Red Bull ya estaban trabajando en pareja y su rendimiento estaba sorprendentemente cerca del campeón mundial.
En esta carrera la parada en los pits también determinó el resultado de la carrera y volvió a ser la perdición de Mercedes-AMG. Hamilton paró en la vuelta 12, pero la parada se alargó más de 4 segundos y lo hicieron caer hasta el cuarto puesto. En cambio, la parada de Verstappen en la vuelta 13 fue más rápida y salió delante de Hamilton. El holandés logró retrasar al británico mientras Pérez paraba en la vuelta 14 y cuando salió logró ubicarse justo delante de Hamilton. Después de eso, el campeón mundial no pudo superar a Pérez en toda la carrera.
Los estragos de las llantas
Antes de seguir con la historia principal, hay que contar que Lance Stroll tuvo un fuerte accidente en la vuelta 31. Lo que causó el accidente fue una pinchadura en la llanta trasera izquierda por el desgaste. Esto mismo le pasó a Verstappen en la vuelta 47 dejándolo fuera de carrera y causando una bandera roja. El accidente causó un grito general de decepción en el público y una frustación muy profunda por parte del piloto holandés. La carrera se detuvo en la vuelta 49, dejando solo 3 vueltas para definir la tabla de posiciones.
Cuando el Gran Premio de Azerbaiyán se reanudó casi 20 minutos después, se sabía que sería una carrera de locura, pero nadie esperaba esto. En el relanzamiento Sergio Pérez hizo una maniobra valiente e intentó cerrar a Hamilton, quien largó muy bien. Sin embargo, los nervios lo engañaron y bloqueó las ruedas en la primera curva lo que causó su salida de la pista. Después de eso, Pérez aguantó como un campeón en la punta a pesar de que Vettel iba por todas para alcanzarlo.
Los desafortunados
La mala suerte del Gran Premio de Azerbaiyán fue para Max Verstappen. Aunque corrió como una bala casi toda la carrera, sus neumáticos no aguantaron y le causaron aquella pinchadura que le arruinó su llegada al podio. De hecho, ese fue parte del problema, pues estaba exigiendo las llantas tanto que se quedó con la vuelta rápida justo antes del accidente. Por otro lado, Valtteri Bottas no pudo levantar cabeza en toda la carrera, ya que empezó de décimo y terminó 2 puestos más abajo. A Leclerc tampoco le fue bien, pues largó en la pole y solo pudo llegar de cuarto.
El resultado es claro: Pérez fue una buena adición para Red Bull y su periodo de adaptación terminó. Ahora es un compañero digno de Verstappen que incluso puede ser mejor. El dominio de Mercedes-AMG ya se está acabando y aunque siguen teniendo un auto potente y rápido, no pueden con la calidad de los pilotos de Red Bull. Ferrari está levantando cabeza, pero no nos dará sorpresas este año. El que sí dará sorpresas es Hass, ya que sus 2 pilotos llegaron por delante de Hamilton. Sí, no fue un rebase natural, pero no les arruinemos ese pequeño logro con tecnicismos.