Por años, la guerra de los hypercars ha tenido un nombre en su cima: Bugatti. Muchos intentaron competir, con diferentes grados de éxito. Y luego está Rimac, que decidió comprar Bugatti en vez de competir con ellos, con algo de ayuda de Porsche. Como dice el dicho, si no puedes con tus enemigos, úneteles.
Dejando el humor de un lado, Rimac acaba de unir fuerzas con Bugatti, y en cierta medida Porsche, para afrontar el futuro de los hypercars y subirse de lleno al bus de los motores eléctricos. Ahora, ¿cómo es que una compañía que ha producido como máximo 10 prototipos compran Bugatti? Es cierto que Rimac acaba de presentar el Nevera, un auto con números del otro mundo, pero aún no entra en producción. La respuesta lógica es la amplia cuenta bancaria del dueño de Rimac, pero también tiene que ver el avance de los autos eléctricos y el Grupo Volkswagen.
El niño diferente del Grupo Volkswagen
Es cierto que Mate Rimac (fundador de Rimac) posee la capacidad económica para adquirir Bugatti, después de todo, como mencionamos en otra ocasión, el hombre es como Elon Musk, pero con hypercars y herencia europea. Pero más allá del dinero, Rimac posee algo que Bugatti no tiene: la experticia en tecnología y motores eléctricos. Con el mundo automotor acelerando cada vez más la marcha hacia los vehículos eléctricos (u otras energías alternativas), esta unión es una bendición para Bugatti, la cual se mantendrá a flote a la vez que tiene acceso exclusivo al desarrollo de motores a electricidad. Después de todo, Bugatti no posee ningún modelo eléctrico o híbrido.
Por otro lado, está el Grupo Volkswagen. Una rápida mirada al grupo de marcas bajo la sombrilla alemana revela que Bugatti es, en cierta forma, una oveja negra. Pero no en mal sentido, simplemente Bugatti es la única marca dentro del Grupo Volkswagen que dedica sus esfuerzos a fabricar híperautos utilizando métodos artesanales, además de crear vehículos personalizados.
No solo eso, la mayoría de marcas del Grupo comparten plataformas, información, motores, etc. A largo plazo, el futuro de Bugatti se veía negro, en especial sin un programa propio de vehículos híbridos/eléctricos. Con eso en mente, la alianza con Rimac asegura la longevidad de la marca de lujo francesa; ante la posibilidad de Volkswagen cancelando por completo la división de Bugatti.
El futuro es eléctrico
En esencia lo que sucedió es que Porsche asumió el control del 45% de Bugatti, vendiendo el 55% restante a Rimac Technologies, otorgándole control sobre Bugatti. Aunque ambas casas matrices tendrán su base central en Zagreb, Croacia, Bugatti continuará sus labores desde la comodidad de su casa: Molsheim, Francia. Como dato curioso, Hyundai poseerá una parte de Bugatti, gracias al control del 12% que desde Corea tienen sobre Rimac.
No obstante, Rimac tiene grandes planes para Bugatti. Entre estos se encuentra un nuevo hypercar híbrido de 2000 caballos de potencia, más que el ya absurdo Rimac Nevera. Para 2030 (o antes) Bugatti-Rimac desarrollará el primer hypercar eléctrico que lleve el nombre de Ettore Bugatti. Pero eso no es todo, Mate Rimac también planea construir una base, denominada Rimac Campus. Con 100.000 m2, ambas marcas combinarán un solo espacio para desarrollar autos y tecnologías. Algo así como la ciudad de Toyota en Japón, pero con autos más rápidos que un pestañeo.
Rimac tampoco descartó la posibilidad de que Bugatti expanda sus horizontes a otro tipo de modelos, con más puertas o asientos. Sin embargo, no queda muy claro el rol de Porsche en todo esto. Si bien en el comunicado de Bugatti-Rimac se aclara que Porsche no tendrá una posición de control sobre la alianza, el 45% que aún retienen sobre Bugatti, sumado a su ya existente alianza con Rimac, sugiere lo contrario. Tal vez este es el crossover más ambicioso en la historia del automóvil, o así lo ve Mate Rimac, que ve la alianza como “el cuarto capítulo en la historia de Bugatti, y con el apoyo de Porsche creo que podemos lograr cosas increíbles”.
