La presión sobre Rusia sigue aumentando por todos lados y la industria automotriz no podía faltar para sumarse a la tendencia. Varias empresas como Volkswagen, Ford, Land Rover y GM comenzaron a rechazar los pedidos de automóviles provenientes de ese país. De hecho, solo se podrán conseguir los modelos que ya estén en camino o en la aduana y los que se hayan fabricado hasta el 24 de febrero. En el caso de Ford, esta decisión tiene efecto inmediato y las pocas operaciones que se hacen allá cesaron casi inmediatamente.
Rusia se está quedando cada vez más sola y aislada por todos los frentes. Por un lado, la Fórmula 1 cancela su gran premio. El mundo del deporte en general está imponiendo sanciones de muchas maneras con retiro de patrocinios, veto de jugadores y hasta quitándole el nombre a la selección de fútbol rusa. Bueno, eso y las sanciones económicas, financieras, políticas y quizá militares que se le vienen encima. Ya saben, esas pequeñas dificultades de ser un país invasor.
Un granito de arena
A todas esas sanciones, presiones y aislamientos, se suma la industria automotriz, que con lo poco que puede hacer, se dispone a bloquear al mercado de Rusia. En particular, Ford bloqueó de tajo los pedidos provenientes de ese país. Su participación en el mercado no era muy grande y se limitaban a fabricar vehículos comerciales e importar modelos de uso civil. Por el lado de GM y el Grupo Volkswagen, estas marcas ya no reciben los pedidos, pero los vehículos que ya se hayan enviado se entregarán a sus clientes.
Otras marcas que también están afectadas son Hyundai, Kia, Toyota, Stellantis y Renault. Los primeros 4 tienen fábricas en territorio ruso y no se sabe qué pasará con ellos. Por un lado, las fábricas pueden seguir operando so pena de que la comunidad internacional los critique por ello. Por otro lado, las pueden detener y perder grandes cantidades de dinero en el proceso. En el caso de Renault, la cosa va por otro camino, pues ellos tienen acciones de AutoVAZ, la ensambladora rusa. Adicionalmente, los autos que se venden en ese mercado bajo el nombre de Dacia representan un ingreso importante. Quien sabe qué pasará con esos activos de cara a las sanciones económicas vigentes.
Un aporte a la causa
Lo que sí se sabe es que Ford y Stellantis decidieron meterse la mano al dril para apoyar a los ucranianos. Stellantis se comprometió a aportar un millón de euros en ayuda humanitaria para apoyar a los civiles desplazados en Ucrania. Esta empresa tiene 71 empleados ucranianos en su nómina. Por otro lado, Ford Found donó 100.000 dólares al Fondo de ayuda de Global Giving Ucrania para ayudar a los desplazados. A ver si con esto cierto youtuber sigue quemando autos como si no hubiera un mañana.