Oye Hennessey, te ganaron. Desde hace casi 3 años, los de Texas prometieron que modificarían un Porsche Taycan para aumentarle la potencia, pero al sol de hoy no han salido con nada. En cambio, Brabus sí le metió mano al Porsche Taycan Turbo S y le dio un estilo mejorado con un paquete aerodinámico más efectivo. Eso sí, no hablamos de más potencia o mejor desempeño, porque eso aún no es posible para las empresas modificadoras. Este problema ya lo exploramos con la adquisición de Alpina por parte de BMW. En fin, Brabus fue el primero en modificar este sedán eléctrico y ese logro no se lo quita nadie.
Pequeños detalles que pesan
Si no le aumentaron la potencia como a uno de esos Rocket 900, entonces, ¿qué hicieron? Sencillo, le mejoraron su manejo ligeramente. A decir verdad, modificar un auto eléctrico para sacarle más potencia es igual de complicado que intentar reparar un iPhone. No es imposible, ya que Ford Performance nos dio un ejemplo. Sin embargo, hacerlo requiere muchos sacrificios y modificaciones importantes. Por eso, por ahora, no es posible simplemente hacer una reprogramación y exprimir más potencia. Quizá en un futuro cercano pueda ocurrir.
Mientras ese futuro llega, Brabus le dio al Porsche Taycan Turbo S una aerodinámica mejorada. Instalaron elementos como un parachoques frontal nuevo con piezas de fibra de carbono al desnudo. A eso súmele un alerón delantero muy discreto con unas pequeñas aletas laterales. En la parte trasera la historia es la misma, ya que Brabus añadió un discreto alerón de 3 piezas y un difusor con un diseño más elaborado, ambos en fibra de carbono. A los costados también hay un par de aletas frente a las ruedas traseras junto con un discreto faldón. Estas piezas aumentan la carga aerodinámica y gracias a ello alcanza los 100 km/h en 2,8 segundos, 2 décimas más lento que el Taycan Turbo S normal.
Un manejo ligeramente mejor
Brabus le instaló una suspensión modificada al Porsche Taycan Turbo S llamada Sport Xtra. Esta suspensión no es muy diferente a la original, pero rebaja la altura unos 20 milímetros. Además, mejora el manejo ligeramente al aumentar la estabilidad y la rigidez al andar. Básicamente le da el comportamiento de un GTS con la potencia del Turbo S.
El paquete se completa con un acabado llamado Signature Black, que es básicamente pintar todo de negro. A eso se le suma unos rines de 22 pulgadas Brabus Monoblock Z. El interior también es negro, pero de manera inexplicable, tiene insertos por todas partes en color verde lima. Eso sí, todo está tapizado a mano con cuero de alta calidad. Para acabar, las placas del umbral de las puertas están acabadas en fibra de carbono y tiene retroiluminación cuyo color cambia entre rojo y blanco. Brabus dice que esto le da un “contraste intrigante” por no decir que le pusieron lucecitas. Bueno, estas modificaciones no son mucho, pero algo es algo.