En medio de tanta camioneta eléctrica presentándose a diestra y siniestra, acaba de llegar una que se perfila como la reina de todas. El Mercedes-Benz EQE SUV acaba de tomar lo que nosotros pensábamos que era una pandemia de autos con sobrepeso y lo transformó en una alternativa de movilidad más práctica. Sé que está pensando en cerrar el artículo ante la indignación que una frase así puede generar; pero lo invito a que siga leyendo, porque si las camionetas ahora son la elección popular debe ser por algo.
Antes de resumir una ficha técnica interminable, déjeme presentarlo. Como era de esperarse, el Mercedes-Benz EQE SUV es la versión hecha camioneta del sedán EQE, solo que con un nombre más complicado y pomposo. ¿Qué les costaba llamarla “EQGE” o algo que fuera más simple? Quién sabe. Aun así, al pertenecer a la Clase E, es una versión de menor tamaño de la Clase S. O para ser más exactos, del EQS SUV. Eso quiere decir que conserva gran parte de su tecnología, pero sin tener un tamaño tan estorboso. Ah, por cierto, Mercedes-AMG no tardó nada y el EQE viene de una vez con su versión de alto desempeño, así que solo hay buenas noticias para reportar.
Eliminando los puntos negativos de los SUV
Todos los que tenemos cierto gusto por los automóviles siempre hemos señalado los mismos problemas de las camionetas. Casi siempre concordamos en temas como la aerodinámica, la estabilidad, su consumo o la inexistente practicidad adicional de estas carrocerías. Sin embargo, parece que Mercedes-Benz tomó cada uno de estos puntos y les dio una solución en el EQE SUV.
Para empezar, esta camioneta tiene un coeficiente de arrastre de tan solo 0.25, creando una resistencia al aire muy baja. Esto se debe a su diseño suave y curvilíneo, lo que le da una apariencia similar a la de un huevo, sin llegar a demeritarlo. Luego está su tamaño, que es menor al del EQE sedán. Aunque no lo crea, esta camioneta es más compacta que el auto al que complementa, con una distancia entre ejes corta de tan solo 3 metros. Esto no afecta la practicidad, ya que el maletero es de unos generosos 580 litros, mientras que en la versión sedán está en unos nada despreciables 430 litros.
Luego está el tema de la estabilidad. El Mercedes-Benz EQE SUV tiene un sistema de suspensión muy completo. En el eje delantero dispone de un sistema de 4 brazos en el eje delantero, mientras que para el eje trasero utiliza el esquema independiente multi-link. Esto se completa con una suspensión neumática opcional, que puede variar la altura de la camioneta hasta en 30 mm. A eso súmele un control inteligente llamado ADS+ y una suite de seguridad activa muy completa. El resultado es que es esta es una camioneta que no tiene nada que envidiarle a la versión sedán. Nos pone a dudar sobre nuestra orientación como puristas.
Rendimiento para todos los gustos
Para terminar de eliminar su fama de vehículo de mamás, el Mercedes-Benz EQE SUV viene en todos los sabores. Todo inicia desde un modelo «sin azúcar» (350+) de 288 hp y 565 Nm de torque, hasta uno ideal para los amantes del picante eléctrico con 677 hp y 1000 Nm de torque máximo en el Mercedes-AMG EQE SUV 53 4Matic+. Esta última versión recibe algunos toques deportivos tanto en el interior como en el exterior, tal como una sonrisa malévola en el frente que imita a la parrilla Panamericana que caracteriza a los modelos de AMG.
Por todo lo demás, el Mercedes-Benz EQE SUV es más de lo que ya conocemos; mucha tecnología y comodidad envueltas en un paquete de lujo moderno. Además, este modelo puede albergar el tablero Hyperscreen con la última actualización del MBUX y todo lo que eso conlleva. En resumen: mucha potencia y lujo en un paquete compacto. ¿Dónde firmo?
