Ir a un salón automotriz es toda una experiencia para aquellos fanáticos del mundo motor y para el observador casual. En ellos las marcas llevan sus conceptos más vistosos, sus productos nuevos y se concentran en que se vean impresionantes, llamativos, irresistibles para cualquier persona. Pero nada se compara a la experiencia alienígena que otorga el “salón de copias chinas” que verá a continuación. Porque nada lo va a preparar ante la descarada violación de derechos de autor que sus ojos contemplarán.
Lo de “salón de copias chinas” es el término que decidimos darle a este car show que llega cortesía de una cuenta en TikTok. Dicho video fue compilado y compartido por un usuario en Twitter para que aprecie en todo su esplendor todo tipo de copias, desde “mundanos” Mini hasta clones de Maserati, Aston Martin o Porsche. Ni las insignias de los autos se escapan. Y a modo de breve explicación, todos estos vehículos son eléctricos (LSEV), que pueden circular de forma legal sin restricciones más allá de su velocidad.
Crazy to see so many cheap knockoffs of brand names at this knockoff expo. Why is knockoff Tesla missing? A typical cheap knockoff EV sells roughly for $5k. pic.twitter.com/0hkCzNRTDa
— Ray (@ray4tesla) March 8, 2023
Lo mismo pero más barato
¿Por dónde empezar? Hay demasiada tela por cortar en este video cuyos tres minutos parecen una eternidad. El video contiene dos viejos conocidos por acá, la copia china de una Tundra (o Tundar para ellos) al igual que de una Land Cruiser LC300. Esa misma compañía no se olvida de Lexus y produce su propia versión pequeña de la LX 600, con la L de Lexus invertida. Y podría decirse que esos dos son los ofensores menos escandalosos en todo el salón de copias chinas.
Abundan las copias de productos de Porsche. Un “Cayenne” tiene el descaro de llamarse 911 mini y tener un logo de Porsche que tiene un burro sonriente y la palabra Power. Ni el Macan o Taycan se salvan de aparecer en lo que en esencia son carros de golf con puertas. Cabe agregar que todos estos vehículos imitan el exterior, pero en su interior poseen volantes con pantallas y botones genéricos. Es más, pensamos que una sola compañía produce cabinas e interiores genéricos y le dejan a otros la tarea de copiar el auto que quieran y venderlo como suyo.
Colores pastel adornan copias del Maserati Grecale (con el tridente exclamando “rich”), del Aston Martin DBX o Land Rover Defender. Una mezcla sin sentido es un auto con el frente de un Mercedes-Benz Clase G y parte trasera de Hummer. La industria china es tan descarada que copia sus propios diseños, como es el caso de un par de vehículos con una parrilla enorme que imitan a la marca Hongqi. Que dicho sea de paso, copia a BMW y Rolls-Royce.
China y los derechos de autor
Guardamos lo mejor para el final y son las mini RAM 1500. Es una de las pocas copias que no usa logos parodia ni nada por el estilo; es sencillamente una RAM más pequeña. Casi dan ganas de tener una para ver la reacción de los transeúntes al conducirla. Incluso en un momento una de estas RAM luce un ridículo wrap tornasolado, por si no copiar no era suficiente.
Algo que toca dejar en claro es que si bien China tiene leyes de autor, cuando a vehículos y diseños 3D se refiere son bastante vagas. Una marca podría demandar a cualquiera de estos fabricantes desconocidos pero tendría que proveer sus diseños patentados y demostrar que los hizo antes de la copia. No solo eso, muchos pueden alegar que son parodias y no copias exactas, y los casos en donde Occidente le gana a Oriente en estas cuestiones son pocos.
En últimas estas copias parecen más caricaturas de los modelos reales, y provocan más risa que otra cosa. Y aparentemente son bastante populares en China, por su bajo precio y por ser legales para transitar en la ciudad. Por más jocoso que parezcan, no nos gustaría estar en un accidente de tránsito al mando de alguna de estas copias chinas.
