Todos, absolutamente todos, hemos soñado con ser un piloto de carreras que emule las proezas de Checo Pérez, Juan Pablo Montoya, Juan Manuel Fangio, Emerson Fittipaldi, entre muchos otros. La tecnología nos brinda una alternativa para vivir esas fantasías y son los videojuegos de carrera, sean casuales o de simulación pura. Jugar algo como Gran Turismo es imaginar que somos un piloto de verdad, como es el caso de Jann Mardenborough.
Si el nombre le resulta familiar es porque él es el protagonista de la película Gran Turismo. Una gran cinta inspirada (en su mayor parte) en la historia real de Jann Mardenborough, quien gracias a la Academia Gran Turismo demostró su valor como un piloto en la vida real. En pocas palabras, vivió el sueño de muchos de nosotros y se convirtió en un piloto de verdad, jugando videojuegos.
Luego de ver la película, decidimos echarle un vistazo a su historia real y narrarla en estas breves palabras a continuación.
El sueño frustrado de todos
Jann nació en Darlington, Inglaterra pero creció en Gales. Hijo del futbolista Steve Mardenborough, quien desfiló por bastantes equipos ingleses como Swansea, Darlington y Cardiff City. Sin embargo, a Jann “lo picó el bichito” de la pasión automotriz y una vez que eso sucede no hay vuelta atrás.
El problema es que competir, incluso en niveles de kartismo, es bastante costoso. A menos que un patrocinador esté dispuesto a colaborar y creer en el talento, ser piloto es simplemente eso: un sueño. Así que el hombre se volcó a lo más cercano, los videojuegos. Por suerte para Mardenborough, esta era la época en la que Gran Turismo nos convirtió a muchos en fanáticos de los autos, y Jann halló su lugar jugando horas y horas del “simulador de manejo de verdad”.
Llegó el punto en el que Mardenborough era uno de los mejores jugadores del planeta, jugando desde el Gran Turismo original hasta Gran Turismo 5. Al final del día un Play Station 3 y un volante de simulación son más asequibles que un kart o un auto de carreras.
Un tiquete dorado
Por la misma época de Gran Turismo 5, Nissan y Polyphony se unieron para crear un sueño hecho realidad: la Academia GT. Era la oportunidad para esos jugadores de abandonar su cuarto y usar lo aprendido en el juego para ganar la oportunidad de ser un piloto de verdad. Fue una competencia que se llevó a cabo desde 2008, y hoy en día vive a través de los campeonatos virtuales (eSports) en Gran Turismo Sport y 7.
Por esa época Jann decidió estudiar ingeniería automotriz, pero se topó con el muro llamado “matemáticas”. Jugando Gran Turismo como acostumbraba encontró una convocatoria para ser parte de la Academia GT, en la cual compitieron 90.000 jugadores por un cupo reservado solo para unos veinte privilegiados. Horas y horas de práctica en Gran Turismo y una vuelta cronometrada después, Jann Mardenborough viajaría a la Academia GT.
De las pistas virtuales a las reales
Los hechos de la película abrevian bastante ese paso de Jann por la Academia pero es más o menos lo que ocurrió. Muchas semanas de entrenamiento, pruebas estilo reality de supervivencia y esfuerzo físico, horas de simulador y también de manejo, en fin. Jann fue uno de los finalistas, y la prueba final fue una carrera de 20 minutos en Silverstone que el hombre dominó de principio a fin. Y así, un joven que soñaba con ser piloto y jugó horas en simuladores recibió un contrato de Nissan para cumplir esa fantasía.
Claramente la duda sobre la mente de todos es “¿Puede un joven sin entrenamiento real competir en niveles profesionales?” Muchos pilotos empiezan desde niños a competir en karts y pequeñas fórmulas para ascender a categorías GT o monoplazas. Jann tendría que iniciar su camino con unos 10 o 15 años de desventaja y apenas confiando en su conocimiento virtual de diferentes circuitos. Con lo que no contaba nadie es que el hombre le cerró la boca a todo el mundo.
Impresionando y callando bocas
Su carrera empezó en el campeonato británico de GTs, en donde Nissan le dio las llaves de un flamante GT-R GT3. En su primer año Jann cosechó una victoria y terminó sexto en el campeonato, llegando con opciones matemáticas de ganar el título en la última ronda en Donnington Park, pero un pinchazo arruinó sus chances.
Jann dio el salto en 2013 a monoplazas, comenzando con el equipo Carlin en la Fórmula 3 Europea y Británica. Un detalle y es que Jann fue coequipero de la leyenda, el mito, el hombre: Nicholas Latifi. Aquí no le fue tan bien pero fue afinando sus habilidades, compitiendo también en Nueva Zelanda donde si bien no brilló, al menos le ganó a Tatiana Calderón.
A partir de 2014 Jann explotó, dando el salto a GP3 (ahora Fórmula 3) y ganando una carrera, dominando la serie Toyota Nueva Zelanda pero perdiendo el título en la última ronda (otra vez). 2015 trajo otro año en GP3 y un par de carreras en GP2, pero lo más notable fue el accidente.
(Spoiler de Gran Turismo) Jann Mardenborough competía en el Nürburgring cuando su auto tomó aire por debajo y literalmente despegó, así como ocurrió con los Mercedes-Benz CLR. Un accidente brutal en el que Jann salió ileso, pero un espectador no tuvo tanta suerte. Con ese peso encima Jann decidió seguir compitiendo y aunque sus chances de ir a Fórmula 1 eran poco realistas, el hombre estaba viviendo el sueño: ser un piloto profesional muy prometedor.
Sueño cumplido
Deliberadamente me salté el punto más alto de la carrera de Jann: su podio en Le Mans. Sí ocurrió en su primer intento, pilotando junto a otro ganador de la Academia GT, Lucas Ordóñez, y Michael Krumm. Un tercer lugar para un chico que tres años antes jugaba solo en simuladores es más que una victoria y probó que los pilotos de simuladores pueden “romperla” y ganar en la vida real.
Mire a Max Verstappen, el hombre se la pasa en iRacing compitiendo y afinando sus habilidades. Tiene a pilotos como William Byron en NASCAR, quien forjó sus habilidades en simulación y fue descubierto de esa manera, hoy en día tiene una chance al título de esa categoría y 8 victorias. Hasta Youtubers como Super GT o Jimmy Broadbent pasaron de lo virtual a la realidad y demostraron sus habilidades en una pista de verdad.
De la carrera de Jann a la actualidad no hay tantas cosas para destacar, porque su contrato con Nissan terminó hace un año. Luego de 2015 intentó en la categoría LMP1 de Le Mans con el terrible NISMO GT-R LM que era demasiado lento, pilotó el flamante GT-R Calsonic de la categoría Super GT japonesa que todos hemos utilizado en Gran Turismo y fue piloto de pruebas de Nissan en Fórmula E.
Además fue su propio doble de riesgo y consultor para la película Gran Turismo. Puede que un campeonato lo haya eludido tres veces, pero Jann no solo cumplió su sueño de ser piloto profesional, también demostró que es uno talentoso, confiable y comprometido.
Ahora que lo pienso, la historia real de Jann Mardenborough es mejor que su adaptación al cine, y tal vez la película de Gran Turismo pudo enfocarse en sus triunfos en vez de tomarse libertades creativas con su historia y época.
