Tal vez usted no lo sepa, pero Brasil tiene una industria automotriz enorme, con sus propias marcas que quizá jamás ha escuchado. No solo eso, tuvieron su propio 4×4 con raíces brasileñas para generarle envidia al Jeep Wrangler. En nuestra visita al Circuito Panamericano en Brasil nos topamos con esa joya todoterreno: el Troller T4 4×4.
¿Qué pensaría si le dijéramos que este modelo es más exclusivo que cualquier Jeep o incluso un deportivo como el Chevrolet Corvette? Pues así es, antes de su abrupto final Troller limitaba la producción anual de sus 4×4, otorgándoles un toque bastante exótico. Ah, ¿ya mencionamos que es una de las camionetas con mejor ángulo de ataque y salida del mundo? Eso es para autos de producción, un monster truck o una pickup levantada hasta las nubes no cuentan.
Una industria más grande de lo que aparenta
Explorar la industria automotriz brasileña es como abrir la caja de Pandora, ya que existen bastantes modelos peculiares creados por y para Brasil. Tome por ejemplo al Puma GT, el modelo deportivo por excelencia de Brasil hace muchas décadas. Autolatina, que fue la curiosa unión entre Ford y Volkswagen para producir vehículos en esa nación. Nombres como Miura (sin relación con Lamborghini), Volkswagen SP1 y SP2 o Santa Matilde hacen parte de una extensa industria que es como un agujero negro lleno de sorpresas.
Marcas reconocidas también tienen una fuerte presencia en Brasil. Fiat y Jeep tienen su centro de desarrollo allí; y gracias a esa nación es que tenemos al Chevrolet Onix, Tracker y varios modelos más del corbatín.
Inspirado en Jeep y Willys
La historia de Troller comienza hace 29 años, en 1994. El empresario Rogerio Farías quería un Jeep Willys “a la brasileña”, fundando la compañía y creando su primer modelo. Concebido para competencias de rally, el RF Sport era prácticamente idéntico a un Jeep Wrangler YJ, pero con un coctel interesante de piezas por debajo. Por ejemplo, el chasis y ejes de una Cherokee y el motor 1.8 de un Volkswagen Gol, al igual que un frontal retocado para no lucir como el Wrangler de la época. Este modelo probó su valor en competencias de rally, incluso llegando al París-Dakar en el año 2000.
Por esa misma época Troller comenzó a crecer, todavía inspirado fuertemente en Jeep. Las carrocerías se producían en fibra de vidrio y Troller aún dependía de los motores 1.8 y 2.0 de Volkswagen producidos localmente. El Troller T4 4×4 (evolución del RF Sport) se fabricó en Brasil hasta 2021, y tuvo una variante para competencias en forma del T5, cuya gran novedad es la inclusión de un motor V6 más potente proporcionado por Ford. Fue un modelo solo para carreras pero logró hasta tener su propia competencia monomarca.
En 2007 Ford, quienes también operaban en Brasil, deciden adquirir a Troller. En ese entonces la marca brasileña ya usaba motores diésel de International y actualizaba ligeramente a sus 4×4 cada año con pequeños refinamientos. Hasta el ejército brasileño decidió probar suerte con el Troller T4. Varios modelos militares siguieron, al igual que una pickup bautizada Pantanal que se produjo hasta la adquisición por parte de Ford.
Made in Brasil… con ayuda de Argentina
Aunque técnicamente eran parte del Óvalo Azul, Troller era considerada como una marca especializada. Es decir, solo era comercializada en Brasil y su producción anual fue increíblemente limitada. Los modelos de Troller siguen siendo populares entre los entusiastas del rally y off-road, recibiendo actualizaciones menores y ediciones especiales hasta su último ejemplar ensamblado en 2021. En concreto, nuestro protagonista es un Troller T4, del cual en su momento se llegaron a producir nada más 1.000 ejemplares por año.
Atrás quedan los componentes de Jeep y Volkswagen; pero sin abandonar ese estilo cuadrado tan clásico de un Jeep CJ-7 o Wrangler modernos. Por debajo el T4 comparte el chasis y motor Puma turbodiésel presente en la Ford Ranger que se ensambla en Argentina, haciendo gala de ejes rígidos Dana, una transmisión de 6 marchas (manual o automática) y 200 caballos de potencia.
Eso no es nada comparado con el as bajo la manga del Troller T4 4×4: sus ángulos de ataque (53º) y salida (50º). Pocos por no decir ningún auto de serie se acerca a este rudo 4×4 brasileño en esos términos, y es por eso que el Troller es tan particular. Es un 4×4 que difícilmente verá en otro país (a menos que alguien lo importe) y que tiene un porte robusto como el de ningún otro 4×4.
Un 4×4 curioso digno de admirar
Tal vez es justamente eso lo que lo hace tan especial. Sí, podrá ser solo una Ford Ranger por debajo con partes ensambladas en Argentina. Y su futuro es extremadamente ambiguo, ya que Ford decidió vender sus líneas de ensamblaje en Brasil. Eso incluye a la fábrica de Troller, que hace nueve meses cesó su actividad en línea, aunque su página web todavía funciona.
Pero para nosotros y cualquier apasionado por los autos fuera de Brasil, este es uno de esos “frutos prohibidos”. Es el tipo de auto que lo hará voltear dos veces e incluso gritar si sabe de qué se trata cuando lo vea fuera de Brasil. Por más curiosa y hasta caótica que sea la industria brasileña, con una historia algo oscura antes de los años noventa, Troller se alza como un símbolo de patriotismo verdeamarelo, un 4×4 diseñado por y para brasileños que, a pesar de su destino incierto, mantiene una actitud firme y osada.
Por eso hoy saludamos con respeto al Troller T4 4×4 y a la industria del automóvil en Brasil. Y cruzamos los dedos para que los planes de revivir a Troller se materialicen, respetando las raíces y espíritu original de la marca.