Hubo una época en que el Nissan Patrol era sinónimo de un 4×4 capaz y robusto, siempre a la par de su archirrival la Toyota Land Cruiser. Tal noción se fue perdiendo en tiempos modernos, con el Patrol transformándose en una SUV más urbana y lujosa. Nissan quiere que recordemos su pasado 4×4 con la versión Patrol Warrior, una versión para verdaderas aventuras todoterreno con el poder de un enorme V8 de su lado.
Con una de estas “naves” podríamos cruzar los Andes y generarle envidia a los fanáticos de Toyota. Es una lástima entonces que sea un proyecto exclusivo para Australia, ya que nace de una colaboración de la firma local Premcar y Nissan Australia. En esencia es el modelo básico del Patrol que se ofrece en aquella región, pero con una serie de juguetes extra para dejar las excusas y llevarse esta gigantesca camioneta de aventura.
Nada como una enorme SUV y un V8
El Nissan Patrol Warrior de Premcar empieza por su motor V8 de 5.6 litros, con una nueva puesta a punto para erogar 400 hp y un generoso torque de 560 Nm. Todo esto conectado a las cuatro ruedas cortesía de una transmisión automática de 7 marchas. Similar a los números del Patrol NISMO, solo que esta vez la potencia tiene un mejor uso.
Con la parte del motor resuelta, importante para que nadie confunda el rugido V8 de esta Patrol, Premcar se enfocó en la verdadera “carne” del proyecto. No es su primer proyecto Warrior para Nissan Australia, ya que la firma también es responsable de las Navara PRO4X y Navara SL con la distinción Warrior. Mismo modelo que a este lado del planeta conocemos como Frontier. Si bien es una conversión, Nissan ofrecerá al Patrol Warrior en su red de concesionarios (en Australia) con todo su respaldo.
El verdadero Patrol 4×4
Empezamos con el kit de levantamiento de 50 mm, incluyendo las llantas, al igual que una trocha ensanchada 40 mm. Calzado Yokohama G015 A/T, placas protectoras y de deslizamiento al igual que resortes y amortiguadores más versátiles aseguran que el Patrol Warrior se sienta tan ágil cual cabra montés. Su ángulo de ataque mejoró a 40º, un incremento notable respecto al Patrol estándar que solo posee 34.4º.
Allí no paró Premcar, que también agregó pasos de rueda oscurecidos, un escape de mayor flujo, parrilla oscurecida y varios ganchos de rescate o remolque. El control de estabilidad del Patrol fue revisado para permitir mayor versatilidad en terrenos difíciles. Finalmente algunas calcomanías, rines de 18” y una cabina con toques en negro piano y Alcántara proporcionan un toque de distinción.
Al final de todo esto emerge un Nissan Patrol Warrior con la habilidad y rudeza de sus años más mozos, pero sin escatimar en la comodidad y diseño más agresivo. Con una nueva generación del Patrol acercándose, los días para el actual modelo que apareció en 2010 parecen contados. Tal vez no llegue a todo el mundo, pero el Patrol Warrior es un tributo digno a un modelo con más de seis décadas a cuestas.