He aquí un dato que quizá no sabía: Arctic Trucks es una compañía tan grande que tienen una división exclusivamente para Rusia. Tiene sentido si lo piensa, porque el 80% de los caminos rusos son agrestes, así que la cultura 4×4 allí es bastante nutrida. Para algunos no basta con tener un vehículo capaz en condiciones difíciles, también se necesita una pizca de lujo y estilo. Por eso es que la división rusa de Arctic Trucks creó esto: una Toyota Sequoia modificada para complacer ese capricho de algunos aficionados al off-road.
Es un nicho más común de lo que piensa, mire nada más al Mercedes-Benz Clase G que es un vehículo lujoso que casualmente es muy capaz afuera del pavimento. La pequeña diferencia, irónicamente, es el descomunal tamaño de la Sequoia, vehículo que está sobre la plataforma de la Tundra y que ofrece espacio de sobra para siete u ocho. En Estados Unidos es un SUV de tamaño intermedio, así que en Rusia deberíamos clasificarlo como un tanque.
Crucero de lujo off-road
Arctic Trucks bautiza a sus modificaciones de la Toyota Sequoia como “AT37”, en línea con la nomenclatura tradicional de este preparador. Estos parten de la versión TRD Pro, que en su forma de fábrica es bastante capaz, ensanchando sus pasos de rueda, añadiendo rines de 17 o 20”, llantas todoterreno, guardabarros al igual que protección adicional para el motor y transmisión.
El ángulo de ataque de la Sequoia aumenta de 26 a 30º y el despeje al suelo pasa de 23.1 a 25.6 cm. Arctic Trucks también instala de forma opcional un snorkel y winche de rescate por si todo lo anterior no basta. La idea de esta creación es crear un vehículo enorme para afrontar diferentes condiciones con lujo y confianza; así que en ese sentido Arctic Trucks puede decir “misión cumplida”.
Su motor no cambió demasiado, por cierto, con el mismo V6 híbrido con una potencia máxima de 437 caballos y una transmisión automática de 10 marchas. No posee esa mejora firmada por TRD que eleva un poco el poder de las Tundra y Sequoia, pero Arctic Trucks deja esa tarea a otros preparadores. Con la tasa de cambio y conscientes que el rublo ruso se ha devaluado, toda esta conversión cuesta más de 150.000 euros, por si de casualidad nos lee en Rusia y tiene ganas de tomar una decisión financiera descabellada.
