Es una Ford Escape y a la vez no es una Ford Escape, para la confusión de todo el mundo. Aquí está el sabor europeo de la Escape global, el Ford Kuga, que inicia este 2024 con una actualización completa de todos sus modelos.
El Kuga es un vehículo curioso porque parece que escapó a esa idea de “modelos globales” de Ford. En el pasado, Ford EE.UU., Ford Europa e incluso Ford Latinoamérica hacían cosas independiente del otro, hasta que la marca decidió unificar sus ramas y ofrecer vehículos similares en todo el planeta, con el fin de simplificar sus operaciones y reducir costos. En teoría, el Ford Kuga debería ser idéntico en todo sentido a la Escape americana; pero en realidad el Kuga decidió ser “el centro de atención” y diferenciarse una vez más.
Lo mismo, pero más potente y eficiente
A simple vista, el Ford Kuga 2024 se apropia del rostro que estrenó la Escape el año pasado. Una parrilla ovalada más prominente, faros afilados con una barra LED decorando la parte superior de la parrilla y una defensa inferior retocada. Los rines también son nuevos, mientras que la silueta permanece idéntica a la que conocimos en 2019.
La gran diferencia está en la potencia de la Escape y Kuga, particularmente de sus variantes enchufables. Para la tierra del músculo y los motores grandes, EE.UU., la Escape PHEV produce unos 210 hp. En Europa, región conservadora y con leyes de emisiones más estrictas, Ford logra exprimir 30 equinos adicionales del mismo tren motor. Es decir, el Kuga asciende hasta los 240 caballos de potencia. Podrá ser solo una sutil diferencia en puesta a punto, filtros de partículas, componentes electrónicos y preferencias del mercado, pero qué curiosa esa discrepancia entre el Kuga y Escape.
No es precisamente un velocista, pero gracias a esto el nuevo Kuga PHEV va de 0 a 100 km/h en 7.5 segundos. Su autonomía es mayor que la Escape americana, con 69 km de rango 100% eléctrico (10 km más) y uno combinado que excede los 900 km. Solo la Escape AWD sin hibridación en EE.UU. la supera en potencia (250 caballos), pero sin la eficiencia.
Si eso no es lo suyo, hay un Ford Kuga de entrada con un motor turboalimentado de 1.5 litros, 148 hp y lo mejor de todo: transmisión manual. Así es, en Europa los tres pedales aún son populares en contraste a EE.UU., donde brilla por su ausencia esta opción en la Escape. Hey, Ford de Europa, ¿podrían prestarnos ese Kuga manual e introducirlo en Latinoamérica?
Ford de Alemania > Ford de EE.UU.
De nuevo, qué peculiar esa discrepancia entre dos modelos que comparten todo, como el motor (ciclo Atkinson para las versiones híbridas), plataforma y tecnología. Si la Escape que tenemos en la región es eficiente y buen vehículo, imagine su contraparte europea.
Otras novedades del Ford Kuga incluyen una versión “ruda” con el apellido Active, con mayor protección a la carrocería y motor, 1 cm más de despeje al suelo y un sistema de tracción revisado para mejor desempeño sobre barro o grava. La capacidad de remolque del Kuga PHEV aumentó a las 2.1 toneladas y en general todas sus versiones, Ecoboost, Híbrida o Híbrida PHEV, son más eficientes.
En la cabina encontramos las mismas novedades que ya presentó la Escape. Es decir, una pantalla de 13.2” con el más reciente sistema SYNC4, un cuadro de instrumentos digital (12.3”), mayor número de asistencias a la conducción, cámara 360º y un asistente para remolque. Ford incluso nos dice que el interior es más amigable con el medio ambiente, cortesía del uso de partes impresas en 3D.
Ahí lo tiene, el nuevo Ford Kuga que resulta superior a la Escape presente de este lado del chargo en potencia híbrida y tiene esa opción de tres pedales que nos encantaría aquí. Quizá estas diferencias persuadan a Ford de unir a los dos modelos aún más y ofrecer los mismos motores en todo el mundo. Excepto China, donde Ford tiene un universo paralelo totalmente ajeno a los demás.