No hay duda alguna, con este lanzamiento BYD hizo temblar el mercado de los carros eléctricos en el país, con un vehículo que está en boca de todos hoy por hoy. Modelo que tuvimos el gusto de conocer de forma preliminar gracias a la marca, con un recorrido por Bogotá y sus alrededores para experimentar lo que tiene por ofrecer. Y, sin más preámbulos, aquí está el BYD Seagull, el lanzamiento eléctrico más importante de Colombia, al menos en lo que va corrido de este año.
¿Por qué es tan importante? Es un conjunto de factores que demuestra por qué BYD tiene una presencia tan firme y creciente en el país. Como Toyota en los años sesenta o Kia, Hyundai y Daewoo en los noventa, BYD se abre paso con productos muy bien equipados, con precios competitivos y un respaldo notable, confirmando así que la industria automotriz china está conquistando el mundo paso a paso, marcha que ya no tiene vuelta atrás.
Crónica de un lanzamiento anunciado
La llegada del BYD Seagull a Colombia estaba cargada de anticipación. No que fuese un misterio completo, ya que en el pasado Salón del Automóvil en Corferias la marca lo anunció, aunque con el nombre Dolphin Mini. La expectativa era en torno a su precio y prestaciones, en especial con la entrada de varios modelos del mismo segmento eléctrico como los JAC E10X, JMC EV2 y EV3 al igual que el Renault Kwid E-Tech.
Por la dirección que llevan estas palabras, la llegada del BYD Seagull a Colombia no decepcionó y “puso en jaque” a sus rivales directos, incluso antes de estar en vitrinas. Nada más desde su precio de entrada: 77 millones de pesos.
Fortalezas eléctricas
En el papel, el Seagull tiene bastantes argumentos a su favor. Pero fue en persona que el Seagull cobró sentido y demostró por qué es una fuerza mayor a tener en cuenta.
Rápidamente vamos con las prestaciones. A Colombia el BYD Seagull llega en dos presentaciones, 300GL y 400GS. La mayor diferencia entre ambas está en su batería, ambas con la tecnología Blade característica de la marca. La primera versión equipa una batería de 30,08 kWh, mientras que la segunda asciende a 38,8 kWh.
En ambos casos, un motor eléctrico síncrono de 75 hp y 135 Nm de torque mueve las ruedas delanteras. Según ciclo NEDC, la autonomía es de 300 o 380 km en condiciones óptimas y ambos modelos poseen un puerto de carga CCS Tipo 2. El Seagull GL admite carga continua de 30 kW; mientras que el GS acepta corriente hasta de 50 kW, para tiempos de carga que rondan la hora a dos horas.
Con mucho carácter y equipamiento
Donde el Seagull realmente brilla es en lo inteligente y bien armado que resulta ser; BYD no esconde el hecho que es un carro hecho en masa, pero es uno concebido con consciencia, con cariño y atención al detalle. Todo parte por su apariencia llamativa, casi como un kei car con aspiraciones de monovolumen que me recuerdan a la Chevrolet/Suzuki Wagon R.
Colores joviales como el rosado melocotón o verde intenso ponen la personalidad del Seagull, que robó miradas durante nuestro contacto con él. De acuerdo al color la cabina adopta una personalidad firme: el Seagull rosado posee un patrón de puntos cual mantel de picnic; mientras que el modelo verde o negro adoptan contrastes interesantes entre el azul, verde y naranja. Lo que quiero decir es lo siguiente: el Seagull es un carro juvenil con mucho carácter y simpatía.
Ello sin mencionar las superficies suaves y detalles en diseño que adornan el tablero y los parales de las puertas. Es un auto sencillo sí, que no escatima en equipamiento y detalles que le agreguen personalidad. Como sillas tipo cubo adelante, una hilera de switches similar al Dolphin, la pantalla tipo tablet con orientación vertical u horizontal, el clúster digital simple pero efectivo y una consola central con buen espacio y puertos USB tipo A y C. El espacio, en contexto de un carro del segmento A, está pensado de forma lógica. La consola central tiene espacios decentes, gracias al piso plano; mientras que cada puerta cuenta con bolsillos al igual que los asientos delanteros, detalle que carros en esos segmentos a veces omiten.
Es cierto, su interfaz de 10,1” está firmada por Android, casi se siente como un celular más que flota en el tablero. Dado que muchos estamos acostumbrados a esa interfaz, no resulta foránea ni difícil de manejar luego de un tiempo de usarla. No le quita a un carro que así de entrada viene muy bien equipado, con control de tracción, estabilidad y crucero, frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS y cuatro o seis airbags. Para rematar están los rines de 16″; luces full LED adentro y afuera, encendido con botón y hasta un micrófono para cantar karaoke en el carro.
De buen andar para su segmento
En ciudad y carretera queda en evidencia la verdadera misión del Seagull: ser un transporte urbano cero emisiones. Su autonomía de 300 a casi 400 km lo confirman, al igual que su suspensión suave y andar aplomado. No es una nube ni nada por el estilo, pero el Seagull disimula bien su eje de torsión trasero absorbiendo baches y demostrando una estabilidad destacable en carretera.
La dirección electroasistida emite confianza y se siente eficaz a bajas o altas velocidades. Su posición de manejo es cómoda y ayudada por el ajuste eléctrico de la silla (versión 400GS) al igual que el timón telescópico. Como buen eléctrico urbano, su despegue de 0 a 50 es notable y ágil; si bien está limitado a 130 km/h en autopista o carretera no se siente lento ni fuera de sitio, en especial para viajes a la periferia de la ciudad. Aunque sin levas para administrarlo, el frenado regenerativo es eficaz y en carretera le permite operar casi con un solo pedal.
Toda la relevancia del Seagull es una suma de todos sus valores que lo ubican en una posición privilegiada, no sólo en el segmento eléctrico. Un Seagull no está terriblemente lejos al precio de carros como el Fiat Mobi, Renault Kwid Outsider o Kia Picanto GT Line, con los beneficios fiscales y de circulación de un eléctrico. Por eso es que el BYD Seagull tiene el potencial de ser tan disruptivo en Colombia, es un paso en la dirección correcta a la masificación de los carros eléctricos para todo público.
BYD tiene todo para conquistar el mercado
Por supuesto que tiene sus detalles, cositas por resaltar o señalar. La ergonomía de los controles bajo la pantalla requiere algo de costumbre, además de la interfaz Android para quien no la domina. Su diseño es bastante peculiar y es de esos casos de amores y odios, en especial por los pliegues a los costados, frente corto y su silueta monovolumen.
La visibilidad trasera es limitada, aunque BYD lo compensa con una cámara de reversa de buena definición y hasta líneas predictivas. Al final son detalles que no arruinan el espíritu que está allí, la apuesta real de BYD con este carro.
Un carro eléctrico con autonomía decente, gran equipamiento y un habitáculo amplio por 77 millones de pesos es algo sin comparación en Colombia. Y sí, es la versión de entrada que, a la larga, no difiere mucho del Seagull de 87 millones. Este último recibe carga inalámbrica de celular, dos bolsas de aire extra y la batería más grande, eso es todo.
Sigue siendo una apuesta ganadora que le augura muy buenos vientos a BYD en Colombia. Es increíble ver como un carro de entrada hecho en China tenga tantos argumentos y refinamientos, incluso a la par de vehículos en el segmento B o C. Volviendo a la comparación, BYD está en esa posición que la industria japonesa y coreana vivieron hace unos años. Y los volúmenes de venta en Colombia y Europa le están dando la confianza y razón a la marca para seguir ese camino.
Precio y versiones
- BYD Seagull 300GL 2024: $76.990.000.
- BYD Seagull 400GS 2024: $86.990.000.
