F1-Azerbaiyán-2024-Piastri-Leclerc
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Tal vez no lo parezca, pero este fue un carrerón. Con todo y el final anticlimático, las calles de Azerbaiyán no decepcionaron y nos dieron un maravilloso duelo entre Piastri y Leclerc, que se suben a la pelea por el título de F1 en 2024.

Es que, ¿por dónde empezar? Por los novatos brillando, tal vez. Por el primer argentino desde Carlos Reutemann marcando puntos en F1, por las diferentes estrategias en Azerbaiyán o por la remontada titánica de Lando Norris, que tuvo una pésima clasificación.

Algo es cierto, aunque todos digan que la pelea del título es Norris vs Verstappen, Charles Leclerc y Oscar Piastri recortan distancia y se unen a una lucha que promete bastante.

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Checo largó bien y por un momento nos ilusionó con un podio en Azerbaiyán. Eso fue hasta el giro 50.

Largada poco característica en Baku

A diferencia de otras ediciones en Baku, la largada fue limpia. El único en intentar algo fue Checo, quien arrancó por delante de Max y casi se convierte en un torpedo, capturando la tercera casilla y mostrando un Pérez que se extrañaba. Más abajo, Norris remaba desde la 15a casilla y aprovechaba un toque entre Tsunoda y Stroll para subirse al onceavo puesto.

Las siguientes vueltas fueron de calma. Norris estaba urgido a remontar y hacia el giro 10 entró a los puntos, sobrepasando a Ollie Bearman. Luego comenzaron las paradas en pits y dos estrategias claras salieron a relucir: aquellos en gomas duras que iban para largo (Norris y Albon), mientras que el resto sería conservador al final.

La danza entre Ferrari y McLaren

Hasta la vuelta 20, Leclerc dominó a placer la carrera, con Piastri luchando con sus gomas medias. Luego ambos entraron a pits y el joven australiano usó la carta “reversa” de Uno. Pues Leclerc salió a batallar con gomas duras y el McLaren se despertó.

Y así Piastri decidió darnos un rebase a lo Ricciardo midiendo a Leclerc en la gran recta de Baku y lanzando su auto de forma clínica y hermosa en la primera curva. Lo que siguió fue un ballet entre el hombre de papaya y el as de Ferrari, con Piastri defendiendo de manera magistral. Bajo su propia admisión, ese rebase a Charles tenía un 50/50 de chances de funcionar.

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La maniobra que ganó la carrera, rebase que haría orgulloso a Webber, Vettel y Ricciardo.

La batalla campal entre estos dos se extendió por treinta giros; Leclerc entregando todo y llevando su Cavallino al límite, mientras que Piastri protegía la cuerda interna y gozaba de mayor agarre y velocidad punta. El joven piloto de McLaren resistió el ataque coordinado por casi toda la carrera, con la sagacidad de un veterano mientras todos pegábamos los ojos a la pantalla. Checo se les sumó como espectador de la batalla, aguardando en tercer lugar a un inevitable error de los dos líderes. Hasta Sainz se unió en los últimos giros.

Norris salvó patria

Más atrás Norris, que sirvió de escudero de Piastri, contuvo embistes de Checo (que lo rebasó) y de Max, quien no pudo con su rival directo. El británico por fin paró en la vuelta 38, con la misión de alcanzar a un Verstappen que nada podía hacer con su Red Bull. Hasta Russell pudo pasar al campeón sin líos.

De decimoséptimo a cuarto: Norris salvó una carrera que parecía perdida, con algo de suerte.

La remontada de McLaren dio frutos y a unas vueltas del final Norris alcanzó y pasó de nuevo a Max, con todo y giro rápido. Así el británico sigue en carrera a pesar de su mala clasificación, acortando la diferencia a 59 puntos, pero esa no sería la última sorpresa de la carrera.

Y sí, McLaren lidera el mundial de constructores y tenemos a 4 pilotos separados por menos de 100 puntos con 7 carreras para el final.

Final de infarto… algo anticlimático

F1 no podía dejar Azerbaiyán no se podía ir sin un momento caótico, que ocurrió a dos giros del final. Las llantas de Leclerc dijeron “basta” y, a diferencia de Monza, el monegasco no pudo mantenerse en punta. Presa fácil para Checo y Sainz, que aguardaban allí para sortearse los dos peldaños restantes del podio.

Pérez hizo su maniobra al entrar en la primera curva. Leclerc contuvo su ataque y lo dejó vulnerable ante Sainz que, ni corto ni perezoso, se subió a la tercera plaza. Checo regresó dos curvas después, pero un contacto infantil entre ambos les negó tanto un podio seguro como el buen resultado. Russell fue el ganador en esa lotería, terminando tercero en una carrera que quedó neutralizada.

Piastri así consigue una victoria merecida, clínica y digna de un futuro campeón mundial. Leclerc pudo ganar, pero un segundo sabe a gloria. ¿Sabe lo mejor? El novato maravilla Franco Colapinto aprovechó el caos y terminó octavo, detrás de su compañero Albon; mientras que Ollie Bearman sacó otro punto en un Haas para mostrar de qué está hecho.

A pesar del final bajo banderas amarillas fue una carrera excelente, con dos punteros luchando sin cesar por 30 giros y pilotos de nueva casta que demuestran que tienen madera para F1.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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