Kia-Pride-eléctrico
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¡Ah, los años noventa! Una época de cosas más simples, de mayor maravilla tecnológica sin la intrusión que tiene internet y los teléfonos hoy por hoy. De autos verdaderamente sencillos, carismáticos y honestos. Como el Kia Pride, un city car desarrollado entre Corea del Sur y Ford, que por los 80 años de la marca está de regreso y como un auto 100% eléctrico.

Sí, quizá los más puristas pensarán que es sacrílego cambiar esos frugales motores a combustión por algo electrificado. Este autor se inclina a pensar lo mismo, hasta que se da cuenta que este Kia Pride eléctrico trae tres pedales y una transmisión manual funcional. Así sí.

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City car repotenciado

Quizá recuerde al Kia Pride y su gemelo, el Ford Festiva, poblando las calles de Asia o Latinoamérica hace unos 15 a 25 años. Es más, si tiene suerte por ahí verá alguno rodando sin problemas, son autos sorpresivamente fiables.

Pues bien, Kia se junto con la marca Electrogenic para dar forma a este restomod, quizá el más interesante que hemos visto en mucho tiempo. El Pride en cuestión proviene de una colección del museo de Kia en Inglaterra, el cual cambia su motor cuatro cilindros de 1,3 litros por uno eléctrico que también mueve las ruedas delanteras. Una batería de 20 kWh, dividida en dos celdas de 10 kWh adelante y atrás, alimenta al Pride. 

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Si lo coloca en modo auto, es decir tercera marcha, el PridEV (como lo llama Kia) iguala los 60 hp y 118 Nm del original. Todo para una autonomía alrededor de los 200 km. Pero eso no es divertido, ¿verdad?

El antecesor espiritual del EV6 GT

Por tal motivo Kia incluyó un modo Sport, que no sólo mejora la respuesta del acelerador. Electrogenic fortaleció el embrague y transmisión manual de cinco marchas, todas utilizables y programadas para lidiar con los 107 furiosos caballos y el torque instantáneo de 235 Nm. Ello resultando en un 0-100 km/h en 8 segundos que, no suena a mucho, pero en el diminuto Pride se sienten como un Go-Kart. O como un hot hatch de su época, más que apropiado para vencer un Nissan March Super Turbo o un Suzuki Alto Works.

Así que el Kia Pride eléctrico puede ser un auto urbano sensato o un cohete de bolsillo. Lo mejor es que su apariencia de fábrica poco cambia, más allá de luces LED y un color blanco perla como el presente en los EV3 y EV5. Su cabina tiene nuevos indicadores de potencia y batería, pero mantiene la vibra y diseño del original. Salvo los acentos verde eléctrico que Kia añade a asientos y tablero para darle un toque moderno, al estilo del EV6.

¿Tendríamos este restomod? Posiblemente sí, porque sería ideal para ir a las oficinas de Fuel y, de paso, divertirse un poco en calles vacías o carreteras llenas de curvas. Además, nadie esperaría esa aceleración de un Kia «viejo» que no aparenta nada, hasta que usa el modo Sport.

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Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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