Porque el EZ-6 no fue la única novedad de Mazda en el Salón de Beijing. La casa japonesa se arriesgó a mostrar un segundo modelo, aunque en fase conceptual, que da una mirada a los modelos que se pueden venir de la marca. Este es el Mazda Arata, un concepto eléctrico que bien podría marcar el futuro del CX-30, MX-30 e incluso el CX-5 en los próximos años.
Modelo que, dice Mazda, está listo para su producción en China. Y, si seguimos la alianza Changan Mazda, es fácil ver el origen eléctrico del Arata. Una vez más es Deepal, con su SUV S7, el modelo que compartiría ADN y detalles con este nuevo crossover eléctrico de Mazda, proyectado para debutar en algún momento de 2025. Si los compara verá que son más parecidos de lo que aparentan.
Elegancia japonesa, funcionalidad china
El Mazda Arata sigue muy de cerca los pasos del EZ-6 eléctrico. Es decir, integra la filosofía Kodo en un modelo más sobrio y sin demasiados adornos extra. La parrilla sonriente adelante recibe iluminación extra, con adornos más discretos y un frente afilado, con nervaduras sobre el capó para dar algo de musculatura.
Hacia los costados emerge una cabina baja y aerodinámica, con una caída estilo cupé desde el pilar C, muy similar al actual Mazda 3 hatchback y el CX-30. Un alerón y una fina barra LED con la inscripción MAZDA integrada e iluminada completan la apariencia.
No puedo dejar de mencionar el color morado mate de este prototipo, al igual que la inscripción de MAZDA en los costados, los cuales sólo están marcados por esos pronunciados pasos de rueda. Con lo atractivo que es, casi es sacrílego que Mazda quiera reservar este modelo sólo para el mercado chino.
Inspiración global para Mazda
El Mazda Arata existe, al menos ahora, como un adelanto de un modelo a futuro. Uno que, promete la marca, llegará a China en 2025. Es una lástima que sea exclusivo de allí, porque un Arata eléctrico o híbrido enchufable para acompañar o reemplazar al CX-30 encajaría muy bien en el portafolio global de Mazda.
Es más, sería una pena si este auto es exclusivo de China. Al menos su diseño, trazos y dimensiones se prestan para inspirar próximas generaciones del CX-30, CX-5, Mazda 3 e incluso el más pequeño Mazda 2. Si la alianza con Changan es la responsable plena de este modelo, espere un motor eléctrico similar al EZ-6 con una autonomía que esté encima de los 600 kilómetros.
Sea que Mazda se dé cuenta que el Arata merece ser un vehículo global, al menos su diseño es un abrebocas de lo que puede ocurrir en la casa japonesa en los próximos meses e incluso años.