Ya que no está Fórmula 1 y sus introducciones cuestionables a los pilotos, es tiempo de algo más espectacular. De un 2022 que cerró con Ken Block deslizándose con un Audi eléctrico por The Strip en Las Vegas, a un 2024 que abre con el video de no uno sino cuatro Mercedes-Benz Clase G (o EQG, si lo prefiere) haciendo donas ante las luces neón de la “Ciudad del Pecado”. Fácilmente es lo más llamativo del CES celebrado en esa ciudad, junto a la exhibición de aquel Chevy Camaro que conquistó Le Mans.
Llámelo poco ortodoxo porque bien, es un cuarteto de Mercedes-Benz dando vueltas por Las Vegas, pero este video representa el primer vistazo oficial del Clase G eléctrico (o EQG) antes de su lanzamiento. Ni siquiera su camuflaje logra esconder demasiado porque el nuevo y revolucionario EQG será, en la forma más literal de la palabra, un Clase G actual pero con un frente más afilado y dos motores eléctricos en vez de un V8.
Rotando como buen acorazado militar
Antes de que los expertos salten a atacar nuestra yugular, sí, lo que aparece en este video no son donas como tal. Es una habilidad peculiar conocida como “giro de tanque”, en la que un vehículo puede girar sobre su propio eje y rotar 180 o 360 grados con facilidad. Cortesía de sus dos motores eléctricos, este giro es “pan comido” para el EQG y no es solo para llamar la atención. En situaciones off-road, el giro de tanque resulta práctico, perfecto para que el Clase G/EQG mantenga su estatus de 4×4 real.
Por supuesto que Mercedes-Benz tenía que llamar a esta función de alguna manera “original”, eligiendo el nombre G-Turn para llamar la atención. Una forma bonita de mostrar cómo los motores eléctricos, sean por eje o por rueda, pueden girar en diferentes direcciones para completar este giro sobre su propio eje.
Promesas eléctricas en empaque cuadrado
Además de llamar la atención, lo que consiguió Mercedes-Benz con el video de su Clase G eléctrico dando vueltas por Las Vegas es generar anticipación. Es confirmar que si bien el EQG se deshace del motor V8 de toda la vida, su silueta familiar y ADN off-road militar de toda la vida permanece intacto. Con o sin camuflaje el único cambio apreciable está en su frente, con una parrilla más curvilínea y una fascia ligeramente afilada para “cortar mejor el aire”.
No que el Clase G lo necesite porque su historia exige que su diseño sea tan cuadrado como un monolito. Si es capaz de dar giros de tanque, ello significa que el Clase G eléctrico tendrá al menos dos motores, o como el Rivian R1T, ofrecerá versiones con un motor por rueda. Su típico despeje al suelo por encima de los 25 cm, bloqueo de diferencial y modo 4×2 o 4×4 son detalles que, esperamos, el Clase G eléctrico preserve. En el interior será la misma historia: más de lo que ya conocemos en el Clase G, pero con la más reciente actualización del sistema MBUX.
Un último detalle y es que si bien el concepto que originalmente mostró al “Elektro-G” hace dos años recibe el nombre EQG, este prototipo no hace referencia a dicha nomenclatura. Con Mercedes-Benz poniendo en duda la continuidad del nombre EQ en favor de un nombre más convencional para sus eléctricos, lo más probable es que el Clase G eléctrico se llame así, sin siglas ni adornos. Todo apunta a que el Clase G “recargado” será revelado en algún punto de 2024 y la duda es si reemplazará por completo al G actual o si convivirá con su contraparte con motor a combustión.