Me entristece decirlo, pero el Salón de Ginebra ya no es lo que era. Después de ser el centro donde las marcas se congregaban para exhibir sus innovaciones y nuevos modelos por más de un centenario, la pandemia vino a arruinar toda esa historia. 2024 verá al Salón de Ginebra volver después de cinco largos años, pero con una escala completamente reducida.
Y es que la gran mayoría de marcas europeas, las cuales se supone están más cerca de Suiza, no asistirán al evento. Tampoco lo harán las marcas estadounidenses, coreanas y apenas un puñado de representantes japoneses. No se extrañe si el Salón de Ginebra 2024 es aplazado, o definitivamente cancelado dada la baja participación de la industria automotriz global.
Participación escasa de la industria
Iré al grano: las marcas automotrices importantes que estarán en el Salón de Ginebra 2024 serán: Renault y Dacia, MG Motors, Pininfarina, Lucid, BYD, Microlino y Kimera Automobili. Brillan por su ausencia todas las casas motrices alemanas, incluyendo especialistas en tuning, junto a las más importantes marcas japonesas, como Toyota, Nissan, Honda, entre otras.
Decir que será escasa la participación automotriz es subestimar las verdaderas implicaciones que acarrea esta decisión de las marcas por no asistir al Salón de Ginebra. Ni siquiera los representantes de la industria china, fuera de BYD y MG, se dejaron seducir por la oportunidad de estar en el escenario más grande de la industria automotriz europea.
Entonces, ¿qué sucedió? Es cierto que la edición 2020 se canceló por fuerzas mayores, pero desde el anuncio que el Salón se movería a Catar, país donde se celebró una especie de exposición similar a finales de 2023, las cosas no fueron las mismas.
Las marcas cambian de enfoque
No obstante, la mayor razón por la cual las marcas decidieron saltarse esta cita es la viabilidad económica. La pandemia, ese eterno factor en nuestra percepción moderna de la realidad, alteró bastante la posición de las marcas frente a salones automotrices. Muchas marcas tomaron la decisión de reducir sus participaciones en tantas cumbres automotrices, sea con exhibiciones más pequeñas de lo acostumbrado o rehusándose a participar en ciertos salones, como es este caso.
Eventos recientes como el Salón de Los Ángeles, SEMA o Nueva York tuvieron participaciones más pequeñas de ciertas marcas; por ejemplo Stellantis que no asistió al SEMA, lugar donde siempre se lucían con conceptos de Dodge y Jeep. En Colombia ocurrió algo similar, luego de varios años de hiato el Salón del Automóvil regresó a Bogotá, aunque en una escala y enfoque diferente a los tiempos antes del COVID-19.
Algo muy similar ocurre en Ginebra, las pausas de la pandemia e intentos por revivir el Salón, junto a la nueva mentalidad de las marcas respecto a estos eventos generan esta situación. 2024 verá el primer Salón de Ginebra real desde 2019, pero a este ritmo será un evento mucho más pequeño en el que las marcas más importantes serán Renault/Dacia y BYD.
Hay que destacar también la posibilidad que las marcas vean con cierta cautela el evento, tal vez esperando si este Salón, con todo y escala más pequeña, es un éxito. De ser así, seguramente en 2025 todo volverá a la normalidad en Ginebra.