Primero fue un renacer del Renault 17, luego el primer teaser del R4 E-Tech y ahora esto. La anticipación al Auto Show de París crece y Renault lo sabe, presentando un shooting brake interesante motivado por hidrógeno: el Embleme. Como lo dijo Ariel Montenegro (presidente de Renault Sofasa), es incierto cuál será el futuro de la movilidad, pero el Grupo Renault está apostando a todos los frentes y esta es su movida en el cuento del hidrógeno.
En concreto, las celdas o pilas de hidrógeno, tipo de propulsión que motiva al Renault Embleme. Vehículo que si bien es futurista, tiene sus detalles arraigados en la historia de Renault. Hay algo de R15 y R17, del cupé Fuego, de los curiosos Vel Satis y Avantime, del Mégane Estate, en fin. Además, con todo y su motivo de rombos por doquier, el Embleme bien podría llegar en unos años a producción y encajar muy bien.
Hidrógeno y eficiencia por dos
Antes de sumergirnos en su diseño, hablemos de números. Renault quiere que la producción de este vehículo sea tan eficiente, que sólo produzca unas 5 toneladas de CO2, contando su uso combinado durante su vida útil. A comparación, el Mégane E-Tech produce unas 25 toneladas, mientras que un Captur duplica ese número.
No sólo es un vehículo con celda de hidrógeno, el Renault Embleme es un híbrido. Ello es porque posee baterías de níquel-manganeso-cobalto para motivar el motor trasero de 215 hp. Todo sin metales “tierras raras” para mayor eficiencia ambiental.
Esas baterías por su cuenta pueden mover al Embleme por 300 km, con ambientes urbanos en mente. Los tanques y pila de hidrógeno proveen otros 350 km de autonomía, reservados para viajes más largos y, por supuesto, ambos sistemas pueden trabajar de la mano para extender su autonomía. Lo único que lo detendrá es la disponibilidad de hidrógeno.
¿Ventana a un modelo futuro?
La silueta shooting brake no es coincidencia. Renault nos dice que posee un coeficiente de arrastre de 0,25 cx. Eficiente y a la vez elegante, con pasos de rueda marcados, una línea de “hombros” alta, techo bajo, frente afilado y muchos ductos y rejillas de ventilación. Luego están los rombos, ubicados en las luces LED diurnas, rines aerodinámicos y faros traseros, perfectamente podría ser un rival del Porsche Taycan Sport Turismo, si Renault se animase a buscar el desempeño y colocarle el nombre Alpine.
La carrocería y peso son extremadamente ligeros, con una masa total de 1,7 toneladas. A comparación, ese mismo Taycan excede las 2,2 toneladas. Y tenga en cuenta que las baterías y tanques de hidrógeno añaden peso, el Embleme es un paso en la dirección correcta para el mundo automotriz, al menos en asuntos de peso.
La cabina, la cual no podemos ver en esta presentación adelantada, esta colmada de materiales ligeros y sostenibles. De hecho Renault cree que esta “prueba de concepto” podría llegar a un modelo a futuro. Sea que inspire el diseño de algún Mégane u otro modelo, que anime a Renault a lanzar su propio vehículo con hidrógeno o simplemente sea un laboratorio con ruedas, el Embleme ciertamente causará una impresión en el Auto Show de Paris.