Bruno-Sacco-Mercedes-Benz
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Hoy estamos de luto, comunidad apasionada por este tema de los automóviles. El gran Bruno Sacco, legendario diseñador automotriz italiano, fallece a sus noventa años de edad. Un genio literalmente, un hombre que supo entender el contexto de su época y le dio forma a una marca que, sin él, posiblemente no estaría donde hoy se encuentra.

Su muerte ocurrió por causas naturales, el inevitable paso del tiempo que a todos nos alcanza. Y es de los pocos foráneos que pueden considerarse sinónimo de Mercedes-Benz, puesto que toda su carrera la pasó allí, junto a la marca alemana. Fueron 51 años de trayectoria que marcaron época y que, si somos francos, no se puede pronunciar el nombre Bruno Sacco sin mencionar su sinónimo: Mercedes-Benz.

Italiano de nacimiento, alemán para toda la vida

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Sacco nació un 12 de noviembre de 1933, en la ciudad de Udine. Su interés automotriz despertó en los años cincuenta, luego de visitar el Auto Show de Turín, estudiar en el Politécnico de Turín y obtener un trabajo en Carrocería Ghía. De hecho, su primer gran amor automotriz fue un Studebaker Champion del 47, por su mezcla de elementos inspirados en la aviaición.

Karl Wilfert, jefe de calidad y pruebas de Mercedes-Benz, llegaría a ofrecerle un puesto en el nuevo equipo de diseño de la marca. Friedrich Geiger y Paul Bracq formaron, junto con Bruno Sacco, ese primer departamento enfocado al diseño automotriz en Mercedes-Benz. Si no le suenan, uno diseñó al 300SL y el otro los BMW M1 y Mercedes-Benz W113 Pagoda.

Aunque Sacco nunca quiso quedarse por mucho tiempo con Mercedes-Benz, la vida le tenía preparado algo más. Allí sentó raíces, se casó y tuvo las riendas del equipo de diseño de la marca en los años setenta.

Sacco fue puliendo sus habilidades al trabajar en la serie de conceptos C110 y C111, laboratorios sobre ruedas para Mercedes-Benz.

“Un Mercedes debe verse como un Mercedes”

¿Cuál es el legado de Bruno Sacco? Hacer que todos nosotros seamos capaces de reconocer un Mercedes-Benz clásico a millas de distancia. Forjar una forma tan emblemática e inconfundible, que es imposible no ver el momento en el que Sacco llegó y luego salió de las oficinas de diseño de Mercedes.

Para Sacco, un Mercedes-Benz debería lucir atemporal, a la par de la robustez que exhiben esos modelos entre los años sesenta y noventa. Debían exhibir la tecnología que poseían, sin enmascarar sus detalles, pero tampoco sin pretender algo que no eran. Un Mercedes viejo no debería verse anticuado, incluso si ya tenía uno o dos sucesores.

Si hay un magnum opus en la carrera de Sacco, fue el excelente W123. Un auto que a donde sea que vaya es de inmediato reconocido.

Mire a los modelos de esa época. El ilustre W123 que hoy en día es tan codiciado y sentó una base para esos “Mercedes atemporales”. La entrada de Mercedes-Benz al mundo de los compactos con el W201 (antecesor del Clase C) y sus evoluciones deportivas o sobrias o, quizá algunas de sus obras máximas. El W124 o Clase E, un sedán sobrio y ejecutivo que luce tan sólido como un tanque de guerra; junto al SL R129 que mantiene esos principios atemporales, con un aura de elegancia y distinción.

Cómo olvidar a su favorito, los W126 y C126 sedán y cupés. Del cual Sacco poseía un inmaculado ejemplar 560 SEC que guardó con mucho cariño.

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El favorito de este italiano que resultó más alemán que el Oktoberfest.

Una vida bien vivida y cargada de logros

Quizá no todos sus diseños fueron un hit. Bajo la misma admisión de Sacco, el excelente Clase S W140 de 1992 era desproporcionado. Pero, volviendo a la idea anterior, hacían que un Mercedes-Benz luciera como tal, con la propiedad del caso. En esa misión que le tomó cinco décadas, tres como jefe de diseño, podemos decir que cumplió a cabalidad.

Sacco se retiró de Mercedes-Benz en 1999, recibiendo desde entonces una plétora de reconocimientos por su trabajo. Y muchos creen que el diseño en la marca alemana nunca fue el mismo.

Uno de los grandes éxitos de Sacco fue el R129, quizá el último gran Mercedes-Benz SL.

Al final Sacco se quedó muy arraigado en la ciudad de Sindelfingen, donde vivió hasta el final de sus días. La marca nos dice que falleció el 19 de septiembre, respetando el duelo correspondiente para su familia.

Si los alemanes son expertos a la hora de hablar de ingeniería, los italianos son los reyes del diseño. Bruno Sacco logró que esos dos mundos se encontrasen y nos hicieran suspirar con Mercedes-Benz que, aun hoy en día, son tan frescos como el día en el que salieron. Paz en su tumba.

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Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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