Ferrari y Lamborghini no serían nada sin un nombre absolutamente clave: Giotto Bizzarrini. Quizá no para todos nuestros lectores sea familiar el nombre, pero aquel genio italiano acaba de fallecer a la avanzada edad de 96 años, y aunque es una noticia triste el hombre vivió una vida plena y llena de éxitos. No solo eso, deja un legado titánico en el mundo automotriz y particularmente en el automovilismo bajo la bandera italiana.
Aunque su contribución más recordada está en el campo de los motores, Giotto Bizzarrini también es un reconocido diseñador automotriz. Hasta fue piloto de pruebas durante la primera década de Alfa Romeo, trabajo que lo catapultó ante uno de los nombres más influyentes en esa era: Enzo Ferrari. Y como Ford v Ferrari, los italianos y su genio resultan en cosas asombrosas; al igual que discusiones, diferencias y creaciones para generar envidia a los rivales.
Los primeros años
La historia de Giotto Bizzarrini comienza en la provincia de Livorno, en la región de Quercianella, un 6 de junio de 1926. Su padre (llamado de la misma manera) también tuvo su contribución a la historia, ayudando al ingeniero Guillermo Marconi a patentar un sistema de comunicación que llevó al descubrimiento de la radio. Luego de graduarse de ingeniería en la Universidad de Pisa, Bizzarrini se unió a Alfa Romeo, primero para desarrollar nuevos modelos y luego como piloto de pruebas del departamento experimental.
No obstante, fue su partida a Ferrari que cimentó su legado en el mundo automotriz. En la casa de Fiorano que Bizzarrini afinó sus habilidades a la hora de diseñar autos deportivos al igual que motores potentes y confiables. Allí fue donde le dio forma a la familia 250 de Ferrari, mejorando aspectos como el chasis, suspensión y motores V12, una marca patentada de Ferrari.
Su punto más alto junto a Enzo Ferrari fue el 250 GTO, un legendario auto de carreras que a menudo está en la lista de autos más caros del planeta. A Enzo a menudo se le acredita con la frase “la aerodinámica es para aquellos que no saben construir motores”; pero sin el toque de Bizzarrini en la carrocería y aerodinámica del 250 GTO, aquel auto no hubiese sido tan legendario. Es una lástima que Bizzarrini no pudo ver en persona los frutos de su obra maestra en Maranello.
Entrando en las pistas y F1
Ford v Ferrari no exageró el carácter de Enzo, realmente el hombre era complicado, y su esposa por entonces no ayudaba. Ocho ingenieros insatisfechos se retiraron de Ferrari en 1961, entre ellos Carlo Chiti (otra eminencia en motores) y Giotto Bizzarrini; estos dos formarían su propia marca para competir con Ferrari dentro y fuera de las pistas: ATS, o Automobili Turismo e Sport. Para provocar más ira en Enzo, Bizzarrini es la mente tras el famoso 250 GTO Breadvan, una modificación especial del auto normal para aprovechar más su corte aerodinámico.
ATS produjo un precioso grand tourer, el 2500 GT, motivado por un V8 en la parte trasera. No obstante, solo 12 unidades se completaron, y en Fórmula 1 ATS no logró vencer a Ferrari como esperaban. Su monoplaza, el curioso ATS 100, tenía una forma de fideo alargado que probó ser inestable, y ni el ex campeón Phil Hill pudo extraer resultados. Irónicamente Hill ganó su campeonato con Ferrari en 1961.
Lamborghini y otros proyectos
Ferruccio Lamborghini, quien hace 60 años fundó su compañía, también llegó a Bizzarrini a consecuencia del desdén que provocaba Enzo Ferrari. Società Autostar era la firma de diseño de Bizzarrini, y Ferruccio les encargó el desarrollo de sus primeros motores V12, motor que apareció en un sinfín de modelos legendarios de Lamborghini hasta hace muy poco. Es más, el nuevo Revuelto V12 híbrido debe sus raíces al trabajo de Giotto Bizzarrini.
La marca italiana Iso también consultó los servicios del diseñador, quien fue instrumental en el desarrollo de los elegantes Rivolta y Grifo. Dos autos que hoy en día siguen robando miradas y están entre los más caros de la historia. Eso motivó a Bizzarrini a crear su propia marca bajo su propio nombre, usando los diseños de Iso pero mejorados por el ingeniero. De allí nacieron el 5300 GT Strada y Europa, al igual que el concept car Manta diseñado por Giorgetto Giugiaro. Lastimosamente la empresa fue a la bancarrota, y Bizzarrini volvió a trabajar para otras marcas.
Entre su trabajo como consultor, Giotto Bizzarrini ayudó a marcas como American Motors (AMC), General Motors e incluso Pininfarina. La marca Bizzarrini intentó volver en varias ocasiones sin mucho éxito, y el hombre se dedicó a dar clases de diseño en la Universidad de Roma hasta su retiro. El pasado 13 de mayo Bizzarrini partió de este mundo, dejando un legado indeleble no solo en la industria automotriz italiana, sino en todo el planeta.
