No es común que las palabras “Ferrari F40” y “Colombia” arrojen resultados coherentes en la primera página de Google, sin embargo, si usted escribe ese par de “algoritmos” el día de hoy lo más probable es que pasen dos cosas: 1. Que nuestro artículo de un LaFerrari rodando en Colombia aparezca en los primeros resultados, y 2. Que el responsable de dicho acontecimiento es nada menos que José Álvaro Osorio. ¿No sabe quién es? Nosotros tampoco, pero si lo llamamos por su nombre artístico “J Balvin”, ahora todo tienen sentido. Así es, J Balvin acaba de convertirse en el orgulloso propietario de un Ferrari F40.
El F40 de don José
Los entendidos saben que J Balvin no es un desconocido en el mundo Ferrari, de hecho, se podría considerar el mayor coleccionista de Ferraris en Colombia. El anuncio de que el colombiano se haría con un F40 no es nada nuevo. Hay que recordar que el vendedor, Wiresonly, ya había dado un par de pistas del suceso en agosto del año pasado.
Sin embargo, este fin de semana la noticia causó revuelo porque esta vez no se trataba de un teaser o algo para dejar a la imaginación, no. Esta vez fue confirmado: uno de los 1315 Ferrari F40 fabricados entre 1987 y 1992 es de apellido Osorio.
No es otro Ferrari más
Si cree que se trata de otro modelo más sacado de Maranello, está equivocado. El F40 fue, desde su concepción, un auto de amores y odios (sí, aunque cueste creerlo, hubo gente que no le gustó). Road & Track alabó el modelo fabricado por Pininfarina mientras que otros creían que solo existió para subirle el precio luego de la muerte de Enzo Ferrari, llegando incluso a costar hasta 7 veces su precio inicial de $400.000 USD en 1987 (cerca de 1M USD al cambio de hoy).
Adicional a lo anterior, el F40 tuvo el desafortunado evento de nacer en la misma época del Porsche 959, teniendo que vivir bajo la sombra de este durante sus años de vida. Mientras que el Cavallino Rampante era un monstruo en la pista, era todo lo opuesto a la hora de rodar en las calles de la vida real, una mezcla de terror y adrenalina según Car & Driver. Caso contrario ocurría con el 959, todo un espectáculo tanto dentro, como por fuera de la pista.
Sea cual sea el veredicto de cada quien lo cierto es que el Ferrari F40 de J Balvin es un auto de culto. Entre sus engranajes se encontraba un motor V8 de 2936 cc twin-turbo de disposición central, una versión con esteroides del usado en el 288 GTO. Era capaz de comerse los 100 km/h en 4.2 segundos y una velocidad tope de 321 km/h. Todo lo anterior venía acoplado a una transmisión mecánica de 5 velocidades y un absurdo peso de solo 1254 kilos. ¿Cuánto le costó todo esto al colombiano? ¿Lo traerá a Colombia? Ambas preguntas no tienen respuesta por ahora, y es algo que no nos deja dormir en las noches (sarcasmo).
Así pues, J Balvin acaba de hacerse con uno más para su creciente colección de Ferraris. Puede que usted no sea muy afín a la música del artista, entendible. Pero de seguro que hasta el más intelectual, taciturno, vegano y animalista moriría por tener un garaje como el de don José.