Hace dos décadas Jeep decidió demostrar las bondades de su Grand Cherokee de una manera simple. Armados con un ejemplar ligeramente modificado y en una mañana despejada, ese Jeep se presentó en las escaleras que conducen a Monserrate. Varias horas después, dicho Grand Cherokee conquistó la cima sin demasiado problema.
Veinte años pasaron de ese día, un 20 de noviembre de 2004, pero hay una pieza faltante. Ese Jeep Grand Cherokee que trepó 600 metros y conquistó Monserrate se cree perdido. Razón por la cual la marca y su representante colombiano se pusieron una meta: encontrar al Grand Cherokee con placas BRD509 que ese día conquistó la montaña más emblemática de Bogotá.
Máquina versus montaña
Para contar bien esta historia, es necesario retroceder en el tiempo. Mucho antes que Jeep se enfrentara a Monserrate, tres otros proyectos fueron exitosos a la hora de ascender la montaña.
Primero fueron dos hermanos alemanes de apellido Stoessel, que en su travesía por toda América (Argentina a EE.UU), lograron subir con un Chevy 1928 a la cima, por un camino escabroso. 30 años después otro alemán hizo lo propio en un Mercedes-Benz Unimog, ahora por el camino peatonal más definido.
Y cómo olvidar los tres camperos Suzuki LJ que hicieron lo propio durante la década de los ochenta.
600 metros, miles de escalones y un V8
El protagonista que busca Jeep es un Grand Cherokee Laredo V8 color plateado. Ejemplar de la segunda generación (WJ) que, en 2004, se preparaba para dar paso a un nuevo modelo.
Por los 25 años del Club Saltamontes, se decidió ascender las escaleras de Monserrate con este Grand Cherokee. El cual se despojó de las defensas en favor de barras y estribos de tubo, se equipó con suspensión de mayor despeje y llantas con tacos (M/T). Acompañada de una más pequeña Liberty, dio comienzo esa aventura un 20 de noviembre de 2004.
10 a 12 horas tomó el cuidadoso ascenso, apoyado por un winche de remolque que asistió al Jeep. El descenso tomó el mismo tiempo unas horas después, aunque la hazaña se vio manchada por críticas que señalaban el daño al sendero de piedras que provocó el Jeep.
Así pues, el Grand Cherokee y su V8 de 235 hp se desapareció del mapa, rastro que la marca intenta reencontrar dos décadas después.
El reto de Jeep Colombia
El asunto es sencillo: Jeep Colombia está en búsqueda de cualquier información sobre el paradero del Grand Cherokee que subió a Monserrate. Todo aquel que tenga información sobre el modelo de placas BRD509, puede escribir a las redes sociales (@manadajeep).
Es un reto sencillo, ¿verdad? Dicen algunos que esas placas ya no aparecen registradas en el RUNT, que el Jeep estuvo en manos de uno y de otro, o que está en algún taller olvidado y “arrumado”. La verdad aún no se sabe, motivo por el cual la búsqueda sigue.
Jeep Colombia espera rescatar al último 4×4 que se atrevió a subir Monserrate, no sólo para preservar su memoria, sino posiblemente restaurarlo y exhibirlo en alguna capacidad. No sólo es un fragmento de la historia capitalina, también un testamento a las capacidades de sus modelos, sea hoy o hace 20 años.