La Policía Nacional de Colombia está desarrollando de manera independiente una tanqueta a control remoto para el ESMAD. Este nuevo aparato busca mantener seguros los agentes del Escuadrón Antidisturbios durante las manifestaciones y desmanes tanto en exteriores como en interiores. ¿Recuerdan la película Robocop? Algo así, pero en cuatro ruedas. En torno a este desarrollo ya hay muchas inquietudes sobre la seguridad tanto para la policía como para la ciudadanía. Además, no faltarán las voces de protesta.
La nueva herramienta de las autoridades
Esta tanqueta a control remoto o «Dispositivo electromecánico para para la atención de disturbios», como lo llama la Policía Nacional, es la nueva herramienta que empleará el ESMAD contra los «tirapiedras». Por primera vez no es una compra envuelta en polémicas como las actuales tanquetas del escuadrón antidisturbios, sino un desarrollo interno por parte de la Escuela de Tecnología de la Información y las Comunicaciones de la Policía. Es un diseño 100% colombiano y la construcción de cada unidad costaría 600 millones de pesos.
Este desarrollo se conoció gracias a la unidad investigativa del diario El Tiempo tras hallar una solicitud de patente por parte de la policía. Dicha solicitud se radicó ante la Superintendencia de Industria y Comercio el día 22 de enero. No se conocen especificaciones técnicas porque los detalles de su tecnología permanecen reservados. Hasta el momento solo se sabe que podría tener un cañón de agua a presión, lanzagranadas múltiples y un elemento de aturdimiento acústico. A esto último se le conoce como cañón acústico, un arma de letalidad reducida que ha sido probado en el resto del mundo con resultados inquietantemente efectivos.
Las dudas sobre seguridad
La Policía Nacional descartó de plano que este nuevo equipo vaya a estar equipado con la capacidad de disparar proyectiles Calibre 12 de cualquier configuración. Lo anterior debido a que ese fue el tipo de munición usado el año pasado, según Medicina Legal, en el homicidio de Dylan Cruz. Aún así, quedan muchas preguntas abiertas sobre la seguridad para la ciudadanía. Varios asesores piden que se establezca una línea de responsabilidad directa si un caso semejante se repitiera, pero ahora causado por una máquina. También hay preguntas respecto a la seguridad informática de estas tanquetas pues podría afectar la seguridad de los miembros del ESMAD.
La razón es que todos los dispositivos controlados a distancia son rastreables y hackeables. Incluso los que no están destinados a controlarse a distancia pueden afectarse, algo ya comprobado en múltiples ocasiones. ¿Se imaginan el desastre en caso que una de estas máquinas resulte hackeada y controlada por los manifestantes? Por ahora no hay pronunciamientos de la policía sobre estos temas, pero ya están desarrollando protocolos para su uso en terreno. Según las fuentes, el ESMAD podrá usar estas tanquetas a control remoto en un futuro cercano.