Hace ya varios años Mercedes-AMG anunció que los clientes del One no podrían vender su flamante híperauto por un periodo mínimo de dos años. La idea era evitar que los One quedaran en manos de revendedores y especuladores, pero eso pareció no importarle al dueño original de este ejemplar. Ante usted uno de los primeros One en el mercado usado, a la venta apenas un año después de que Mercedes-AMG entregara la primera unidad. ¿El precio? El equivalente a unos 21.500.000.000,00 pesos colombianos o 94.500.000,00 pesos mexicanos, pero entre tantos ceros falta uno muy importante: los 0 km en el odómetro.
Solo ofertas serias
No hay información sobre el origen o el primer dueño de este Mercedes-AMG One “usado”, solo que está a la venta en la agencia F1rst Motors de Dubái. La página oficial del concesionario afirma que esta unidad está completamente nueva y que no ha recorrido ni un kilómetro. Esa misma página no da un precio exacto, pero el portal Motor1.com afirma que el híperauto alemán está a la venta por la módica suma de veinte millones de dírhams. Esto es una ganancia más que considerable si tenemos en cuenta que, en su momento, Mercedes-AMG anunció un precio oficial de $2,72 millones de dólares.
A cambio, el segundo dueño de este One podrá disfrutar un motor V6 turboalimentado e hibrido de 1,6 litros que produce 1,049 caballos de potencia. Algo curioso es que este anuncio nos permite ver al One con lujo de detalles incluyendo, por ejemplo, una inusual panorámica del vano motor. Llaman la atención el uso abundante de materiales y recubrimientos exóticos, la presencia de lo que parecen ser sensores de presión de combustión y —curiosamente— múltiples amarres plásticos sujetando algunos cables. Y aunque estos sujetacables parezcan fuera de lugar en un híperauto multimillonario, lo cierto es que son usados por doquier en todo vehículo de carreras.
Al fin y al cabo, eso es el One: un Formula 1 para la calle con dos asientos y cuyo motor fue modificado para encender sin necesitar un equipo de mecánicos entero. Mercedes-AMG trabajó durante casi seis años para materializar lo que empezó como una decisión de borrachos, de ahí que el One siga maravillándonos aún cuando el dominio de los alemanes en la F1 terminó hace rato. Lástima que algunos prefieran reducir semejante obra de ingeniería a una mera inversión, pero bueno, esos no son temas para nosotros simples mortales.