Hoy en decisiones peculiares, Volvo decide abandonar la nomenclatura Recharge de sus modelos 100% eléctricos. ¿Por qué? Supongo que por temas de simpleza, aunque la designación Recharge era bastante llamativa, así se prestara para confusiones con la gama de híbridos de los suecos. Ah, y casi lo olvido, los Volvo XC40 y C40 Recharge no solo abandonan ese nombre, reciben una pequeña actualización de medio ciclo y adoptan los nombres EX40 y EC40.
¿Confundido? No se preocupe, que si bien tendrá sentido no deja de ser extraño. Lo que quiere Volvo es seguir la nueva nomenclatura de sus modelos 100% eléctricos, tendencia establecida por el EX90 y el más popular EX30. En otras palabras, lo único que cambió fue la primera letra de ambos modelos, una E para reflejar la naturaleza de su propulsor. Eso es todo, realmente.
Abandonando el apellido Recharge
En materia de diseño, el Volvo EX40 (SUV) y EC40 (cupé) no cambian demasiado, más allá de eliminar el nombre Recharge. Adelante están los faros estilo martillo de Thor, una parrilla falsa con pequeñas tomas de aire y, en el caso del EC40, antes C40, su techo fastback para más eficiencia aerodinámica.
La gran novedad es un paquete de alto desempeño opcional para ambos modelos en su configuración de dos motores y tracción en las cuatro ruedas. Curiosamente se llama Performance y no Polestar. En cualquier caso, la potencia de ambos pasa de 402 a 435 caballos de potencia, que reciben el beneficio de mejor respuesta del acelerador y pequeñas mejoras del sistema de tracción.
Como es costumbre con el mundo motor, una versión especial de ambos modelos también aparece, vestida de color negro. Es la versión Black Edition del EX40 y EC40, con nuevos rines de 20”, interior tan oscuro como el casco de Darth Vader y pintura negro ónix para el exterior.
Además del EX40 y EC40, Volvo decidió eliminar el nombre Recharge de todos sus modelos híbridos. Ahora se conocerán, por ejemplo, como XC40 o XC60 así, a secas, independiente de tener un motor eléctrico pequeño o uno enchufable.