Por estos días Stellantis tuvo una plétora de anuncios y lanzamientos con algo en común: la dicotomía entre los autos 100% eléctricos y el motor a combustión. Luego de Opel, Alfa Romeo e incluso Lancia, es el turno del Citroën C3, el auto de entrada y más asequible de la casa francesa, que ahora recibe variantes con motor térmico e híbrido. Así como el mercado lo exige, por lo visto.
Una aclaración y es que este C3 corresponde al modelo europeo, ese mismo que conocimos primero en forma eléctrica y que prometía movilidad cero emisiones por 20.000 euros. No confundir con el C3 ensamblado en India y Brasil para mercados emergentes. Y resulta que el C3 europeo con motor a combustión cómodamente se ubica como uno de los modelos más asequibles en el viejo continente, apenas superando las 15.000 libras esterlinas.
Creyendo en el motor a combustión
En ese sentido, Citroën le entrega a los motoristas de Europa algo que es cada vez más escaso en estos días: un vehículo de entrada económico, con las comodidades justas, un motor pequeño y eficiente al igual que una transmisión mecánica. Créame, hay muchos que prefieren un modelo base, sea por su asequibilidad o por ser encantadoramente simples.
De esta manera, el C3 más básico posee un motor 1,2 turboalimentado de 3 cilindros, con 100 caballos de potencia y tres pedales para controlar sus seis velocidades. Si desea algo más ecológico pero aún con pistones y uso de gasolina, está el C3 híbrido con un sistema ligero, la misma potencia y una transmisión automática de doble embrague.
Versión cuyo componente eléctrico es capaz de agregar unos 12 hp más por periodos cortos de tiempo y mover al C3 en modo 100% eléctrico, aunque a bajas velocidades. Detalle ideal para las congestiones o viajes cortos en la ciudad.
La fórmula de un auto básico
Como ve, ya es costumbre que Stellantis revele sus modelos eléctricos primero, para después darles una alternativa más global y conocida. El C3 será más grande de lo que aparenta (4 metros de largo), pero es un auto de entrada hecho y derecho.
La versión más básica no tiene pantalla, por ejemplo. Citroën argumenta que cada persona ya tiene un sistema de entretenimiento en sus bolsillos y ofrece un soporte para conectar el celular y usar su navegación o música. Un cuadro de instrumentos viene integrado a modo de head-up display y mientras asistencias en seguridad son estándar, el aire acondicionado es opcional.
Su diseño es el típico hatchback con pinceladas de SUV, inspirado en el concepto Oli e idéntico al e-C3 eléctrico. Como puede ver, el Citroën C3 con motor a combustión e híbrido es realmente un auto básico de entrada para aquellos que buscan transporte asequible sin demasiados compromisos. No crea, esa especie de autos está en extinción, en especial con tres pedales y acabados simples.
Es la clase de auto global que debería llegar a todos los mercados y avivar un poco la idea de un auto justo y básico, pero por el momento este C3 será asunto exclusivo de Europa.