Tal vez es un regalo del día de las madres, ya que las camionetas de Mazda son tan populares con las familias. Lo cierto es que Mazda acaba de confirmar que el futuro del CX-5 está asegurado, convivirá junto a la CX-50 y ambos modelos tienen un futuro híbrido en el horizonte. Jugada que se veía venir y sobre la cual sólo faltaba una confirmación oficial por parte de la casa japonesa con base en Hiroshima.
Como a veces suele ocurrir con las marcas, todas estas noticias y avances están escondidos en un reporte de desempeño anual. Allí, además de mostrar una Mazda que creció de forma estable y excedió expectativas de venta, la marca reveló sus planes respecto a la popularidad de los vehículos híbridos y la forma en la que el CX-5 y CX-50 encajarán en su portafolio global.
Tercera generación híbrida
En aquel informe, que para los interesados está aquí, Mazda aclara la mayor duda respecto al CX-5 y CX-50, sean con motor híbrido o convencional. Ambos modelos pueden convivir a futuro sin ningún problema, con el CX-5 recibiendo esa anticipada nueva (y tercera) generación en 2025.
Dicha nueva encarnación del CX-5 usará un tren motor híbrido, seguramente convencional y/o ligero, desarrollado desde cero por Mazda. Nada de baterías de Changan o tecnología de Toyota, como ocurre con algunos modelos de la casa japonesa.
Mazda no lo dice, pero el nuevo CX-5 seguirá su rol como crossover urbano del medio, ubicándose sin problema por debajo del aventurero CX-50, por encima del CX-30 y, muy posiblemente, ofrecerá diferentes configuraciones con motor híbrido, tracción delantera o en las cuatro ruedas y motores a combustión sin ninguna asistencia.
Poder electrificado para el CX-50
Antes del nuevo CX-5, Mazda presentará una versión con motor híbrido del CX-50, previsto para debutar en el segundo semestre de 2024. Variante que llegaría a mercados mundiales, particularmente Europa y Estados Unidos donde los crossovers híbridos son bastante populares.
Así como el CX-5, Mazda no reveló qué tipo de motor híbrido usará ese futuro CX-50. Seguramente será una motorización bien conocida y, si tuviera que apostar, sería una versión “light” del CX-90 PHEV, con potencia acorde a su tamaño y segmento.
Así como están las cosas, sólo el futuro del CX-3 y CX-30, los más pequeños en la familia de SUVs de Mazda, queda por confirmarse. Lo más probable es que sólo el CX-30 tenga futuro y posiblemente continúe con algún tipo de hibridación en su siguiente generación.