Puede que Dodge mire hacia el mañana y nos haya dado el muscle car eléctrico del futuro. Pero, como bien podrá notarlo, no todo el público está seducido por la idea de motores eléctricos. Primero fue un rumor y hoy con gusto puedo decir que es una realidad: el nuevo Dodge Charger tendrá en 2025 una versión con motor a combustión, uno que sorprenderá a más de uno con sus seis cilindros y turbo.
Sí, seis y no ocho. Aceptémoslo, las leyes de emisiones mataron al clásico V8 americano con grandes desplazamientos y cantidades colosales de torque. Pero ello no quiere decir que Dodge “se ahogará en ese vaso”; no por nada se esforzaron desarrollando un nuevo motor a combustión para que lidere esa última carga que la gasolina (y quizá, el hidrógeno) necesitan.
¿Sin V8? ¡No hay problema!
Casi de forma desapercibida, Dodge reveló en el lanzamiento del Charger eléctrico que una variante con el motor Hurricane turbo de seis cilindros llegará muy pronto al portafolio del Charger. Eso es, para el Charger cupé y sedán, con cambios estéticos importantes para diferenciarse de su hermano “vegano y eléctrico”.
Dodge los llamará Charger Six Pack, en honor al colosal V8 440 con seis carburadores que movió a medio portafolio de la marca a finales de los años sesenta. Solo que esta vez, Dodge cumplirá el sueño que alguna vez tuvo John Z. DeLorean: tener un muscle car legítimo con un motor de seis cilindros.
Es más, si quiere ofender a los más tradicionalistas, podría decirse que este Charger es el más europeo o JDM de todo su linaje. Tal es el poder del legendario seis en línea.
Eclipsando al viejo Challenger V8
En cuanto a figuras, el Dodge Charger Six Pack 2025 accederá al motor Hurricane más poderoso hasta el momento, con dos turbo que elevan su potencia hasta los 550 caballos. Figura que eclipsa a los viejoso Charger R/T y Scat Pack que apenas producían 370 o 485 hp con el doble de desplazamiento. Si le parece demasiado, el Charger Six Pack tendrá una versión “domada” con 420 hp nada más.
Al igual que el Charger eléctrico, esta contraparte “quemadinosaurios” tendrá tracción en las cuatro ruedas, sugiriendo que será un auto deportivo a tomar en serio más allá de las rectas. En ese sentido, frenos Brembo de alto desempeño, varios modos de manejo y suspensión independiente en ambos ejes serán detalles infaltables para ese Charger con motor convencional. Eso y que no pesará casi tres toneladas, como cierto Charger eléctrico.
En materia de diseño, Dodge hizo algunos cambios para distinguir al Charger eléctrico del más “tradicional”. El frente, por ejemplo, carece de la nariz aerodinámica R-Wing al igual que algunos detalles agresivos que sí posee el Charger Daytona EV. Sigue siendo un diseño neo-retro que moderniza pinceladas del Charger y Challenger 1969, pero con un tinte más tradicional.
Dodge nos dice que el Charger y su motor seis en línea turbo llegarán al mundo en el primer semestre de 2025, con hambre de Ford Mustang Dark Horse y, bueno, a falta de rival de Chevy, es válido incluir al BMW M4.
Banshee para exorcisar al Hellcat
Ah, casi se me olvida. Dodge cocina el reemplazo del Hellcat y, desafortunadamente, no usará un motor a combustión. Tendrá el nombre Banshee, será 100% eléctrico y también llegará en 2025, con 807 caballos de potencia moviendo las cuatro ruedas.
No solo eso, tendrá una arquitectura de 800 voltios, todos los juguetes de suspensión, frenos, modos de manejo y preparación para pista del Daytona Scat Pack y promete una aceleración absurda de 0 a 100 km/h bien por debajo de los 3 segundos. Y fácilmente Dodge puede subestimar todas estas figuras y resultar con un fantasmal Charger bien por encima de los 1.000 hp. En esencia el Banshee será el modelo más fiel al concepto original SRT Daytona revelado en agosto de 2022.
Ya veremos el próximo año con qué más nos sorprende Dodge y su muscle car del futuro, hoy.
