No importa que el Papa Francisco tenga un Renault 4 y sea fanático de lo simple, esto tarde o temprano iba a ocurrir. He aquí el primer “Papamóvil” eléctrico, un Mercedes-Benz Clase G hecho por la misma marca alemana para servir a la más alta figura de la Iglesia Católica.
Y sí, antes de que alguien lo diga, técnicamente no es el primer Papamóvil eléctrico, a Mercedes-Benz lo vencieron en ese aspecto en Singapur. Porque el Papa Francisco usó un Hyundai Ioniq 5 como transporte, pero en cuanto a papamóviles se trata, este es el primero construido a la medida para tal labor con poder eléctrico bajo su chasis.
Un 4×4 más santo que nunca
No es la primera vez que un Mercedes-Benz Clase G actúa como Papamóvil, sólo que en su tiempo no tenía poder eléctrico. Juan Pablo II usó un par de Clase G durante su tiempo como pontífice, algunos heredados por Benedicto XVI y el actual Papa Francisco.
Lo que hizo Mercedes-Benz fue tomar su nuevo Clase G eléctrico (antes EQG) y adaptarlo por completo para las necesidades del Papa. Vehículo que será utilizado en el Jubileo, celebración que tendrá lugar en 2025 y que se lleva a cabo cada 25 años, motivo por el cual la marca con base en Sindelfingen aceptó el reto de construir este vehículo.
A servicio de su Santidad
Para tal fin, el chasis fue extendido y las sillas de atrás removidas. El techo también dijo adiós, con nuevos rieles y un trono para que el Papa tome su lugar, sea al aire libre o con una cápsula protectora. El “modesto” trono puede girar en varias direcciones y tiene dos sillas adicionales para los protectores del Pontífice en cuestión.
Mercedes-Benz no revela demasiado sobre la potencia del “Santo” G 580 que aquí ve. Seguramente sus 580 hp siguen allí, pero los ingenieros de la marca configuraron el motor para circular más suavemente a bajas velocidades. Así que todo el torque y aceleración del Clase G eléctrico no están allí, al menos no a full capacidad. La batería excede los 100 kWh y puede recuperar un 80% de su energía en 35 minutos. Más que suficiente para que el Papa recorra el Vaticano unas 100 veces sin parar, al menos eso creemos.
Además de la pintura blanca, banderas y decoración especial, no cambia demasiado este Clase G. Aunque sospecho que el Papa Francisco preferiría transporte más modesto, su edad se acerca a los 90 años y es mejor ser transportado en algo más apropiado para la tarea. Por lo menos no emitirá gases invernadero durante sus recorridos.
