917, 919 y ahora 963. No, no es que no sepamos contar, esa es la secuencia de Porsche ganadores en carreras de resistencia que se transformaron en joyas legales para la calle. Y sí, están los Dauer 962, pero hablamos de algo producido oficialmente por Porsche. Hecho específicamente para Roger Penske, este es el nuevo Hypercar de Porsche, un 963 plateado y con la insignia RSP para encarar el reto de ganar las 24 Horas de Le Mans.
Sin embargo, sólo Roger Penske tiene derecho a tener un Porsche 963 RSP. Es porque sólo existe un único ejemplar adaptado por Porsche para su uso en la calle, literalmente un 963 domesticado y que sirve no sólo de sucesor espiritual del 918, dado que comparten casi el mismo motor V8; además de tomar inspiración de otro Porsche legendario creado hace más de 5 décadas.
Del Conde Rossi al Capitán Penske
Hace 50 años la compañía de vinos italiana Martini era patrocinadora de Porsche, desde sus 934 de pista hasta los flamantes prototipos 917. Un día el Conde Rossi, dueño de Martini, llegó a Zuffenhausen con una solicitud tajante: un 917 adaptado para su uso en las calles.
Así que Porsche tomó el chasis 030 del 917, usado para pruebas, para cumplir ese capricho. Eliminaron algunos de sus ductos de aire y alerones, sumaron cuero a la cabina y un escape más silencioso y así nació ese 917 “Rossi”. Ejemplar que aún vive con esa familia italiana y que sirvió como plantilla para inspirar al Porsche 963 RSP.
Auto de carreras domesticado
Penske y Porsche tienen una rica historia en el automovilismo. Desde el legendario “Can-AM Killer” 917 de Mark Donohue, pasando por los prototipos RS Spyder en American Le Mans hasta las más recientes campañas con el 963, Penske y Porsche acumulan varios títulos juntos.
De forma más reciente obtuvieron 2 victorias en las 24 Horas de Daytona y títulos en IMSA y el WEC. Porsche Classic Atlanta se encargó del diseño, junto al equipo Sonderwunsch de la marca, inspirados en el 917 Rossi. Partieron de un 963 usado en pista, con todo y su V8 con sistema híbrido, que fue “restringido” a 671 hp, con su componente eléctrico capaz de mover al RSP y contribuir con aceleración adicional.
La suspensión Mutimatic fue “suavizada” para su uso urbano, levantando su distancia del suelo. Porsche también logró que ese V8 use gasolina “regular”, en vez del combustible de competencias que siempre utiliza. La aerodinámica fue retocada, con menos tomas de aire, mientras que las llantas Michelin con grabado (no son lisas) lucen logos clásicos de Michelin.
Flecha plateada y lujosa
En materia estética, los cambios son amplios. Su carrocería de kevlar y fibra de carbono fue pintada con el mismo plata Martini del 917, además de recibir una insignia real de Porsche. Nada de calcomanías como los 963 de pista.
Su cabina es donde se concentran la mayoría de los cambios, ya que ese interior en fibra de carbono expuesta fue cubierto en alcántara, desde las puertas, túnel central, volante y techo. Aparece un portavasos y un lugar para el computador necesario para arrancar el motor. Sí, la llave es una laptop, no algo convencional.
Porsche hizo que el 963 RSP desfilara por las autopistas francesas, con Timo Bernhard al volante, de camino al Circuito La Sarthe en Le Mans. Allí será exhibido durante las 24 Horas y luego el 963 volverá a Estados Unidos. Allí será parte de la colección de Roger Penske y, gracias a su influencia, probablemente pueda registrarlo y usarlo para ir de compras o al centro comercial.
