No, no es una Hyundai Tucson eléctrica. Aunque lo parece, con un toque de Genesis en la parte posterior para aprovechar esa aura coreana, este SUV viene de Chequia. Es el Škoda Enyaq eléctrico, que estrena su primera actualización importante para recordarnos que la marca aún vive en Europa. Eso y que juega a balancear sus modelos eléctricos con aquellos de combustión interna, que veremos en nuestra región con alguna insignia de VW.
Todo inspirado por el manifiesto de diseño en forma de concepto Vision 7S, que Škoda reveló hace un tiempo, con todo y nuevo logo. Ello incluye una parrilla horizontal que conecta dos faros delgados, con acentos brillantes, una nariz más afilada, un aspecto más elegante, en fin. Es una filosofía que va desde el pequeño Kylaq (o Volkswagen Tera por estas tierras) hasta el más grande Kodiaq.
Un checo electrificado más serio
En otras palabras, la actualización del Škoda Enyaq no es atrevida, más bien es sobria. Ese frente, por ejemplo, se llama “Tech-Deck” y esconde los sensores de las asistencias de manejo. Ya sabe, para que no sea un bloque obvio o algo por el estilo.
36 diodos LED componen esa parte superior de la “parrilla”, junto a una toma de aire inferior para baterías y cabina. Su coeficiente de arrastre cae de 0,26 a 0,24 o 0,22 en el caso del Enyaq Coupé. Todo en aras de exprimir un poco más de autonomía, más de eso en breve. Las luces traseras y rines (19 a 21″) cambian ligeramente, pero nada distinto al modelo que debutase en 2020.
Su cabina es, como buen modelo del Grupo VW, cargada de pantallas enormes. Una en el centro del tablero crece a 13” y tiene acceso a inteligencia artificial. El Enyaq estrena un área de carga inductiva, asistente de parqueo y aire de tres zonas. El clúster de 5” luce al menos discreto.
No pueden faltar las “peculiaridades” de Škoda, como su sombrilla escondida, un raspador de hielo y bolsillos para teléfonos móviles en la segunda fila.
Una pizca de chispa
En materia de desempeño, la actualización del Škoda Enyaq, al igual que el similar Volkswagen ID.4 e ID.Buzz, llega con baterías más grandes. Ahora son de 63 kWh para el modelo base y 82 kWh para el más completo (o con tracción total).
La autonomía se eleva (en ciclo WLTP) a 430 km o 587 con el modelo más eficiente y de corte Cupé. Las potencias flotan entre los 201 y 286 caballos, de nuevo igual a sus hermanos de Volkswagen. El modelo vRS de alto desempeño se uniría en otro momento al portafolio.
