Presentado casi al mismo tiempo que el nuevo Jetta, he aquí al Volkswagen Golf R 2025, un hot hatch que es más pantallas que cohete de bolsillo. Lo bueno es que se suma una edición especial al portafolio y la versión Variant más práctica permanece, además del incremento en potencia. ¿Lo malo? Volkswagen le dio completamente la espalda a la transmisión manual para esta fase 8,5 del Golf, GTI, Clubsport y R.
Esta era la versión que faltaba, fuera del posible Golf R Clubsport, para celebrar esas bodas de oro del modelo. Una que en esencia sigue los pasos del Golf R edición 333 al igual que la versión “20 Aniversario”, todas con este motor turbo de 2 litros revisado. La diferencia es que el nuevo Volkswagen Golf R llega a 2025 con un rostro retocado, más iluminación LED y una pantalla gigantesca con integración de ChatGPT.
Una pizca de potencia con la letra R
Tratándose del Golf R, quizá el conductor pueda usar esa inteligencia artificial (IA) para mejorar sus hábitos de conducción. O quizá descifrar por qué los botones siguen siendo táctiles.
En cualquier caso, el motor del Golf R recibe pequeñas mejoras para ganar 13 hp, sumando un total de 329 caballos de potencia. El torque también asciende a 420 Nm, convirtiendo a esta familia de Golf R en los más rápidos al día de hoy en el portafolio de Volkswagen.
Se mantienen detalles como el diferencial electrónico con torque vectorial, estabilización activa de chasis, tracción en las cuatro ruedas y una transmisión DSG automática de 7 velocidades. Un paquete R Performance añade escapes de mayor flujo, una velocidad tope aumentada a 270 km/h, un spoiler más grande y un modo de manejo “special” (así se llama) diseñado exclusivamente para el Nürburgring, tal y como el GTI Clubsport.
Pantallas y botones táctiles por doquier
En materia estética, el Golf R recibe tomas de aire retocadas, luces LED con tecnología Matrix, rines con nuevo diseño y aleación más ligera; cambios que aplican tanto para el Golf R y la versión Variant.
Volkswagen añade una tercera opción al Golf R y es una versión “Black” que, de forma predecible, oscurece todos los detalles del modelo y luce más siniestro; hasta la R abandona el azul en favor del color negro. Adentro emerge esa gran pantalla de 13” con la IA integrada al igual que más conectividad; los asientos y tablero poseen nuevos materiales y el cuadro de instrumentos digital ahora muestra más información relacionada con el Golf R y sus “aventuras” a toda potencia.
En general, una actualización que no trae demasiadas sorpresas y que realmente merecía más potencia y locura. Llámelo una despedida a lo que posiblemente sea el último Golf R con motor convencional. Quizá Volkswagen quiso preservar el status quo y no ofrecer algo más radical que el Audi RS 3.
De cualquier forma, el Golf R sigue siendo el indiscutible rey de la velocidad y diversión en la casa de Wolfsburgo.