El Austin Mini, Morris Mini o uno de sus mil nombres nació de la necesidad de una nación por consumir muy poco combustible en épocas de crisis. Así que es natural que en pleno siglo XXI el icónico Mini clásico se adapte a las corrientes modernas y reciba un motor eléctrico. Si de utilizar poca energía y salvar al planeta se trata el juego, no veo un candidato mejor para estos tiempos de conciencia ambiental.
Además tengo que ser franco: muy pocos autos eléctricos de la actualidad se ven atractivos. Explica el por qué muchas marcas reviven diseños con toques retro, como el nuevo Renault 4 EV. Pero si se quiere destacar y reunir lo mejor de dos mundos, tomar un auto clásico como el Mini original y equiparlo con un tren motor eléctrico es la mejor idea para subirse a la moda ambientalista.
Mini original recargado
¿Y sabe lo mejor? Esta conversión es reversible, lo que significa que si se aburre del Mini eléctrico, puede eliminar el tren motor y volver al clásico motor A-Series de 850, 1000 o 1250 cc3. Volviendo a la conversión, esta es obra de Recharged Heritage, una compañía en el Reino Unido que restaura el Mini original y lo “recarga” literalmente.
El propulsor que reemplaza al motor de gasolina emplea unas baterías de 18 kWh y eroga una potencia de 97 caballos (mucho más que los 34 hp del original o 55 de un Mini Cooper). La compañía nos dice que el Mini eléctrico tiene un rango de 166 km y carga estándar de 7 horas, o rápida (6.6 kWh) en apenas 3 horas. Suena modesto pero no es como si fuera posible meter muchas baterías en un auto tan diminuto.
No obstante, el primer prototipo de Recharged Heritage usaba un propulsor más “picante” con 120 hp. Quizá una variante Cooper o Cooper S EV estén en camino, aunque considerando que este es un kart glorificado, 97 o 120 hp son más que suficientes.
Sin alterar el espíritu del original
De forma curiosa el Mini eléctrico posee dos modos de manejo. El primero se llama Pure, y maximiza el rango limitando la velocidad tope a 126 km/h, con un 0-100 km/h en 11.5 segundos. Con el modo Sport las cosas se calientan y el Mini roza los 150 km/h, acelerando hasta los 100 km/h en 8.5 segundos. ¿Ya mencioné que este auto es un kart con cabina cerrada?
Aparentemente el auto no gana kilos de más con su nuevo corazón eléctrico, y su interior conserva la pureza del original. Claro que porta algunos toques modernos, como una nueva palanca de cambios, luces LED en el exterior y una montura para teléfono en la consola central. Recharged Heritage cuenta con apoyo oficial de Mini, y se encarga de toda la conversión y restauración con apoyo de fábrica. Eso sí, tenga 70.000 dólares a la mano para pagar por el privilegio.